miércoles, 24 de marzo de 2010

"Museo del Carlismo" en Navarra. Inauguración y apertura el 23-III-2010


Tras diez años de afanosa espera, y consumados los grandes y beneméritos esfuerzos realizados por parte de la administración del Gobierno Foral de Navarra, ayer, 23 de marzo, se inauguró el "Museo del Carlismo" en Estella. Permítasenos relatar en la Nota final la Historia de otros Museos anteriores.

Un nutrido público con invitación nominal -unas 100 personas según la prensa local-, se reunió en el precioso patio porticado del palacio del Gobernador de Estella, cerrado por una hermosa claraboya, a las doce de la mañana. El palacio es una magnífica obra del siglo XVII. El día, luminoso y discretamente soleado, remitió los fríos del recio invierno.

Conocí el edificio casi al comenzar las obras hace diez años, y conservo fotografías de entonces que el lector de esta breve crónica me puede solicitar. Era un día de abril del año 2001. Accedí a las obras con la Fundación cultural Luis Hernando de Larramendi. Si comparamos dichas imágenes con el actual edificio, observamos la enorme capacidad restauradora de nuestros días. En efecto, en su dilatada historia dicho edificio ha sido de todo -como suele decirse- y su restauración ha recuperado su imagen originaria. Sabemos que este edificio, ubicado en la hermosa calle de La Rúa, lo construyó don Juan de Echávarri y Larráin.

Hoy, finalizadas las obras, las austeras líneas maestras del palacio se reflejan en el curso tranquilo de las aguas del río Ega, que baña los cimientos del bello y sobrio edificio. Edificio éste, como otros embleáticos, digno de la ciudad monumental de Estella, una hermosísima ciudad regia, Corte de don Carlos VII de Borbón, que hoy día se presenta muy mejorada al turista si comparamos su actual aspecto con el que tenía en la etapa de la industrialización.

En su día, el Parlamento de Navarra acordó unánime realizar este museo. Después, el Gobierno de Navarra impulsó la restauración y el proyecto museístico, para lo que ha invertido más de 7 millones de euros.

Además de las autoridades políticas de Navarra, y de representantes de los Negociados del ámbito de la cultura del Gobierno de Navarra (Patrimonio, Biblioteca General, Archivo, Museo etc.), en la inauguración estuvieron presentes el Comité científico presidido por el dr. Fusi, el Consejo asesor del nuevo Museo, el Señor duque de Parma don Hugo Carlos con su hermana Mª Teresa y el hijo de aquel Carlos Javier, algunos miembros del partido EKA, dirigentes de la actual Comunión Tradicionalista Carlista (su presidenta Mª Cuervo-Arango, el secretario general y el presidente de Navarra), la Asociación cultural "Amigos del Carlismo", y la Fundación Luis Hernando de Larramendi, de tanto prestigio y buen hacer en el mundo académico y editorial sobre el Carlismo y la historia de España de los siglo XIX y XX.

La alcaldesa de Estella, al lado del consejero Sr. Corpas Mauleón, valoró con galanura lo mucho que la actividades del "Museo del Carlismo" van a beneficiar a la ciudad del Ega. A continuación, el profesor Juan Pablo Fusi, que representa al Comité científico del museo, se alegró de los buenos resultados de los esfuerzos realizados por el Gobierno de Navarra, valoró la historia del Carlismo inserta en la historia de España, Navara y la ciudad de Estella, y realizó diferentes consideraciones sobre el sentido de la ubicación del museo en la emplemática ciudad de Ega, capital de su Merindad. Supuso que cuando el Carlismo sea un lejano recuerdo, se estudiará en la literatura española, pues aparece en numerosos autores (como Valle Inclán, Unamuno, Baroja, entre otros).


Más extenso en sus consideraciones fue el presidente del Gobierno de Navarra el Excmo. Sr. Miguel Sanz. A continuación ofrezco al lector algunas de las Notas que tomé del mismo, bajo mi exclusiva responsabilidad. En su discurso valoró el Carlismo como un movimiento político (y de pensamiento), social (y sindical) de gran envergadura en la historia de España. Afirmó que todos hemos recibido mucho del Carlismo: lealtades, alegrías y sufrimientos, religiosidad y tradiciones etc. Es intención del Museo ser un centro vivo, abierto, y dinámico, que posibilite la investigación, y que profundice en lo que el Carlismo fue para España y paticularmente para Navarra. Esta intención, más los sentimientos favorables alrededor del Carlismo que se ha encontrado en muchos lugares de España, han guiado incesantemente los arduos trabajos por posibilitar este museo, ubicado en el centro neurálgico y sentimental del Carlismo que es la ciudad de Estella. Se trata de un museo exclusivo sobre el Carlismo, que habla del pasado y lo hace con las técnicas modernas del presente, es decir, de un museo modélico. ¿Los objetivos?: conocer el pasado, ayudar a vivir el presente y proyectarnos hacia el futuro con éxito. No en vano, hoy mismo se inauguraba la primera exposición temporal sobre algunos aspectos significativos del Carlismo.
De esta manera -continuó el Sr. Sanz-, Estella se convierte en una ciudad con un claro perfil jacobeo, de sede real, lugar de convivencia, y ciudad esencial del Carlismo. Sin duda, por ello será un lugar atractivo para los estudiosos, apto para descubrir las raíces de nuestra cultura e idiosincrasia.
El presidente Sanz manifestó haber depositado en la exposición el cuadro de Fernando VII que estaba en el despacho del presidente de Gobierno de Navarra. De un Fernando VII que -dijo- "pretendió violentar la Ley Sálica para desligitimar lo que era legítimo", los derechos de don Carlos (V de Castilla y VIII de Navarra). También mencionó la presencia del duque de Parma, de su hermana Mª Teresa y del hijo de aquel Carlos Javier, con quienes -afirmó- quería ralzar la importancia del carlismo. Por último, el presidente Sanz consideró la Historia como un patrimonio común para acercanos mutuamente.
Finalizado el Acto, se inició la visita del Museo y de la exposición permanente inaugurada en ese momento. En ella, se exponían 80 objetos escogidos entre cuadros, banderas y banderines, objetos de uso militar (uniformes, sables...), medallas y monedas, documentos de naturaleza política, periódicos etc. entre 1833 y 1939. En esta exposición se encuentran fondos cedidos por el partido EKA, procedentes del importantísimo museo de Tolosa (Guipúzcoa), y algunos del museo de Tabar (Navarra). Dichos objetos de la exposición permanente son una parte de las 412 piezas que hoy por hoy integran el museo, con ánimo de aumentar gracias a futuros depósitos ante notario que pueden tener diferente forma jurídica.


Según la prensa ("Diario de Navarra", 24-III-2010, p. 68) y ante las preguntas formuladas por los periodistas, el duque de Parma destacó que el Museo "no es un cementerio del pasado, sino la cuna del porvenir". Iguales sentimientos encontré en mi charla con el secretario general de la Comunión Tradicionalista Carlista (Fco. Javier Garisoain), según el cual este museo es una iniciativa óptima que nada tiene que ver con la intención de algunos de "museizar" al Carlismo, pues él lo considera algo vivo y con futuro basado en los principios del Calismo de siempre. Así como el duque de Parma fue entrevistado por la prensa convencional, dicho secretario general lo fue por prensa digital, y sus aportaciones pueden verse en la Web de la C.T.C. de estas fechas.



Entre los asistentes estaba don José Ángel Zubiaur Alegre en silla de ruedas, importante político carlista en Navarra que se separó con decisión de la línea tomada al fin por don Carlos Hugo. Junto con Auxilio Goñi y una minoría de procuradores a Cortes, votó "no" a la propuesta sucesoria de Franco en las Cortes españolas, haciéndolo delante del mismo jefe de Estado. Zubiaur departió con el duque de Parma, quien se le acercó con gran amabilidad. También doña Mª Teresa se encontró don doña María Cuervo-Arango, acual presidenta de la CTC.
En la inauguración se dieron cita diferentes ámbitos como el de la Comunidad Foral de Navarra y el municipal de la ciudad de Estella, representantes de la administración pública, políticos del Gobierno y la oposición, diversos representantes activos y conscientes del Carlismo, y, sobre todo, el ámbito de la ciencia historiográfica y la cultura, que investiga y divulga la realidad del Carlismo, tan importante en la Historia de España y Navarra como recordaron el profesor Fusi y don Miguel Sanz.
José Fermín Garralda Arizcun
Historiador
Pamplona, 24 de marzo de 2010
Fuente: Fotografías, JFG

     ANOTACIÓN SOBRE LOS MUSEOS DEL CARLISMO. El actual "Museo del Carlismo" de Estella no es el primero ni el único existente. Eso sí, es el único que es propiedad del Gobierno de Navarra.
     En su día, hubo un "Museo de Recuerdos Históricos" del Carlismo, que ocupaba cuatro plantas del que fue seminario de San Juan Bautista, situado detrás del Ayuntamiento de Pamplona. Este Museo fue creado el 10-VII-1940, y custodiado, en calidad de depositario, por don Ignacio Baleztena Ascárate, que fue ayudado por su hermana doña Mª Dolores. Don Ignacio, hombre conocidísimo y muy interesado en la cultura, recibió en custodia muchísimos objetos de gran valor. Esta familia, de gran arraigo carlista en Navarra, mantuvo el Museo durante muchos años, y salvó sus fondos cuando el edificio cayó en semi-ruina. El Museo pudo trasladarse a la Ciudadela de Pamplona, pero no se hizo porque el Ayuntamiento pamplonés incumplió el Decreto del 21-V-1964 (B.O.E. nº 129). A continuación, ante la indiferencia del Ayuntamiento pamplonés de entonces, los Baleztena, salvaron, en una bajera, los objetos de los que era depositarios, sufragando los gastos a su costa. En 1975, Mª Dolores Baleztena era la depositaria general del Museo. Del 19-III al 5-IV-1976 muchos de los objetos del Museo fueron generosamente expuestos en el palacio del marqués de Vallesantoro de Sangüesa, de cuya exposición hay constancia documental. A continuación, los objetos expuestos se dejaron interinamente en un domicilio particular en la bella ciudad de Sangüesa. De ahí fueron sustraidos por unos señores con una furgoneta, que los dejaron en un desván del Circulo Carlista de esta ciudad. Hubo un juicio entre los Baleztena como depositarios y EKA, y perdieron los primeros. A nosotros nos extraña el resultado, sin que tengamos conocimiento de los argumentos del magistrado, pues los carlistas entregaron sus objetos a Joaquín Baleztena confiados en su patrocinio carlista y buen hacer. El resultado de este juicio no disculpa el mencionado proceder anterior.
     El partido EKA trasladó los muchos objetos al Círculo de Tolosa, a la calle San Francisco 1. Es casual que en el portal de al lado viviese una margarita carlista, tradicionalista, llamada Isabel Albacete de la Riva, que me entregó primero y regaló después un bastón de paseo de don Carlos VII.
     Recientemente, la fundación Jaureguizar es patrona del precioso Museo de Tabar, próximo a Lumbier. Sus 6 salas están generosamente abiertas al público interesado. La familia Pérez de Rada es la titular de dicho Museo y recibe el parabien de todos los interesados en los objetos históricos carlistas.
     No cabe duda que el Carlismo como tema tiene una gran significación en Navarra y fuera de ella, y que su proyección y marco temporal sobrepasa la naturaleza propia de un Museo. Efectivamente, y es mi opinión, no se puede "museizar" al Carlismo -eso quisieran los antiguos liberales-, aunque haya Museos, Hemerotecas y Archivos carlistas. Dichas instituciones, modernizadas y con una intensa vida hacia el público, deben hacer su servicio en favor del conocimiento de la Historia y la memoria de los pueblos, de la cultura y de un sano ocio -por qué no-, así como de los diferentes elementos de la psicología y vida social, fermento de la realidad humana individual, familiar y social.
     J.F.G.

     EN EL LIBRO  "Síntesis de historia del Carlismo en Navarra" -todavía inédito- hemos escrito lo siguiente:
     "Los objetos entregados en depósito al “Museo de Recuerdos Históricos” de Pamplona -inaugurado en 1940- eran numerosos, pues ocupaban las cuatro plantas del Seminario de San Juan (que albergaban ocho salas, biblioteca y capilla) hasta que el Ayuntamiento declaró al edificio en semiruina a comienzos de 1960. Los depositarios de los fondos del Museo fueron desahuciados. Luego el Museo pudo trasladarse a la ciudadela, lo que no se hizo porque el Ayuntamiento de Pamplona incumplió el Decreto del 21-V-1964 (BOE nº 129, 29-V-1964). Ni el Ayuntamiento de Pamplona ni la Diputación de Navarra, se preocuparon de la sede y de los fondos de dicho Museo, cuidados con esmero por la familia Baleztena, que además cubría los gastos ocasionados sobre todo tras el desahucio.  En 1975 la ilustre dama Dolores Baleztena seguía como depositaria de los fondos, que los custodiaba en su casona de Pamplona, y una bajera, dejando algunos a título testimonial de que era un Museo en el antiguo Seminario de San Juan. El Ayuntamiento retiró varios de estos últimos en 1975; y los otros que se retirarán, ¿dónde están? Tras una exposición celebrada en el Palacio de Valle-Santoro, en Sangüesa, del 19 de marzo al 5 de abril de 1976, y habiéndose depositado interinamente los objetos en casa de una tía de don Javier Mª Pascual, en 1977 estos fueron sustraídos por unos señores con una furgoneta bajo el pretexto de que aquello era patrimonio carlista, dejándolos en el desván del Círculo Carlista de Sangüesa. Hubo un juicio en los Tribunales, que fue muy mal llevado por la parte perdedora, y los tribunales dieron la razón a los seguidores de don Carlos Hugo ("Diario de Navarra", 28-VIII-1985). Desde luego, esto no justificaba de manera alguna lo ocurrido anteriormente. Después, los objetos de parte del que fue Museo de Recuerdos Históricos, se llevaron al Círculo de Tolosa (Guipúzcoa), regentado por el llamado Partido Carlista-EKA y situado en el bajo de la Calle San Francisco nº 1. El dolor de la margarita que fue doña Isabel Albacete de la Riva, que vivía en el quinto piso del nº 1 bis, era diario cuando pasaba diariamente enfrente de dicho museo, porque –me decía- estaba en manos de quienes no debían por haberse apartado de la doctrina y legitimidad del Carlismo de siempre". (J.F.G., 2013)



















Escudo Real de Carlos I de Castila y IV de Navarra en 1553


Escudo Real de Carlos I de Castilla y IV de la Navarra -una vez incorporada a la Corona de Castilla en 1513-1515-, fechado en 1553. Este escudo, primorosamente labrado, se encuentra sobre la puerta septentrional de la muralla de Pamplona, protegida por el portal de Francia después llamado de Zumalacárregui.

Un escudo similar, de finales del s. XVI, se encuentra sobre la puerta principal del antiguo palacio de los reyes de Navarra, actual sede -una vez remodelado aquel- del Archivo General de Navarra. Lo hemos incluido en este Blog. Un tercer escudo, aunque sin el águila bicéfala, se labró sobre el portal de San Nicolás, en 1666, en la parte de la nueva muralla meridional de la ciudad fortificada de Pamplona.

J.F.G.

(Foto JFG)



viernes, 19 de marzo de 2010

"Il Regno di Navarra"


Leyenda del mapa cartográfico de Navarra, elaborado con sus cinco merindades, de los geógrafos italianos Cantelli y de Rossi, en 1690. En la parte inferior del mapa se encuentra una dedicatoria al Cardenal Nerli.
VV.AA. Atlas visual de Navarra, Pamplona, Diario de Navarra, 2003, 214 pp., pág. 21 (detalle).
J.F.G.

"Navarra Regnum"


Detalle artístico del mapa de Juan Blaeu (firma como G. Bleau exc.), en 1665. Junto al rótulo, hay un simpático grupo de soldados con la vestimenta propia de la época, y en posiciones descansadas y diversas.

La nobleza que poblaba el Reino de Navarra, exigía el ejercicio de las Armas y ofrecer su vida en defensa del Reino y de sus naturales. Según el Fuero de Navarra, ningún natural estaba obligado en cuanto navarro a servir a la monarquia hispánica fuera de las fronteras del Reino, por lo mismo que, segun el Privilegio de la Unión de 1423, ningún pamplonés podía luchar fuera de la ciudad de Pamplona en caso de encontrarse amenazada por los enemigos. La defensa de esta ciudad corría a cargo de los vecinos que formaban el Tercio armado, dejando a la guarnición real el cuidado y defensa de la ciudadela exclusivamente. El Ayuntamiento pamplonés era quien formaba y dirigía el Tercio de vecinos, mandado por el Maestre de Campo nombrado por aquel, que siempre era un vecino noble y con experiencia militar.


JFGA


Puede observarse este otro mapa impreso,iluminado con tintas algo diferentes, que se conserva como colección particular (col. particular de la Casa B., Pamplona, 2010).



JFGA

Mapa del Reino de Navarra

Mapa del Reino de Navarra, "Il Regno di Navarra", elaborado por los geógrafos Giácomo Cantelli y Giovanni Giácomo de Rossi en 1690. El estilo es propio del barroco. Este mapa representa las cinco Merindades en las que Navarra se dividía desde la Edad Media: Pamplona, Estella, Olite (anteayer Olite-Tafalla), Sangüesa y Tudela. Estas Merindades tenían un carácter admnistrativo, social pero también político. La ciudad de Tudela era la segunda ciudad del Reino en habitantes e importancia.

A finales del siglo XX, los políticos liberales suprimieron las Merindades en el ámbito político (sólo las primeras elecciones democráticas tras 1976 fueron por Merindades), para después suprimirlas en los documentos administrativos al dividir a Navarra por zonas de una forma funcional.

Por lo que respecta a este punto, creo que las Merindades mantendrían la personalidad de cada subregión histórica de Navarra, y por ello la de Navarra misma, evitarían la concentración de la población y riqueza en la comarca de Pamplona, y llevarían el progreso, de forma natural y equilibrada, a todos los rincones del territorio y pueblos. Por ejemplo, gracias a respetar las Merindades, la industrialización a partir de 1960 se realizó en Navarra de manera equilibrada en todos los lugares del viejo Reino, evitó la despoblación, y subrayó la unidad y progreso común de todos los navarros.

Este mapa antiguo no es el único, pues existen otros como el Enrique Hondio (1638), Sanson D'Abbeville (París, 1652), Juan Blaeu (1665), y Federico de Wit (1690). Les siguen los mapas de José de Horta (1724) y Tomás López (1798 y otras fechas posteriores). La diferencia entre los mapas del s. XVII y los del s. XVIII es evidente: los últimos son más exactos y los colores son más ricos debido al empleo de la acuarela, gracias a la cual tienen más colorido.

VV.AA. Atlas visual de Navarra, Pamplona, Diario de Navarra, 2003, 214 pp., pág. 20 y 21.

J.F.G.

Antiguo escudo de Armas del Reino de Navarra


Escudo de Armas del Reino de Navarra, tomado del Libro Viejo de Armería del Reino de Navarra, del siglo XVI. Este Libro, de Gabriel de Huarte Ibarra y Navarra, Rey de Armas del Reino navarro, recoge 784 escudos de armas y 107 asientos de escudos de armas con sus certificados, añadidos posteriormente.

Las nuevas circunstancias históricas pueden conllevar cambios heráldicos. Es decir, adicciones, que no sustracciones. Como un "suma y sigue...", y no un "resta y sigue restando..." Por ejemplo, el 9-XI-1937 el jefe de Estado de entonces concedió la Cruz Laureada de San Fernando por el "heroísmo colectivo", en defensa de la religión y de España, a la que era Provincia Foral, que se autogobernada por la Ley Paccionada de 1841.

Dicha Ley de 1841 había convertido al milenario Reino de Navarra en una Provincia Foral, manteniendo no obstante el carácter de "Pacto". Otra cuestión es que dicha conversión en Provincia Foral fuese requerida por la sociedad navarra que, de 1833 a 1839, se había opuesto con las Armas al liberalismo centralista y uniformador, en defensa de los derechos de don Carlos. La mayoría carlista de Navarra defendía la naturaleza de Reino para Navarra. No obstante, esta mayoría perdió por la traición de Vergara. Hacemos un paréntesis: sabemos que no hubo navarros en Vergara -según Vázquez de Mella, un campo tan pequeño para una traición tan grande-, y que después estos siguieron luchando con arrojo, comandados por el general Joaquín Elio Y Ezpeleta, natural de Pamplona.


Fuente: AGN (Archivo General de Navarra), Sec. Códices y Cartularios, F. 1.
Imagen tomada de MARTINENA RUIZ, Juan José, Navarra, castillos y palacios, Pamplona, CAN, 1980, 158 pp.; ÍDEM. Libro de Armería del Reino de Navarra, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1984,350 pp., de ellas 200 pp. son el Libro de Armería. También se recoge, entre otras fuentes bibliográficas, en GALÁN LORDA, Mercedes, El Derecho de Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2009, 251 pp., pág. 71

J.F.G.

Escudo de la Ciudad de Pamplona, según el Privilegio de la Unión de 1423


Imagen del escudo de Pamplona según el Armorial navarro. Apellidos con escudos de armas redactado por Vicente Aoiz de Zuza. En este Armorial, el escudo de Pamplona figura como nº 2, el nº 3 es el escudo del Burgo de San Cernin, el nº 4 el de La Población de San Nicolás, y el nº 5 el de Navarrería, los cuatro últimos anteriores al Privilegio de la Unión de 1423. Este Armorial navarro fue redactado por don Vicente Aoiz de Zuza, un ilustrado pamplonés del último tercio del siglo XVIII.

La Ciudad de Pamplona, con un sólo Ayuntamiento, estaba fundaba y gobernaba por el Privilegio de la Unión, otorgado por Carlos III de Navarra el 8-IX-1423, a petición de los vecinos de los tres Burgos (San Cernin, San Nicolás y Navarrería), en los que hasta entonces estaba dividida la ciudad.

Este Privilegio o constitución interna e histórica de Pamplona, elevado a la categoría de Ley del Reino, fue mantenido y defendido por el Ayuntamiento pamplonés durante todo el siglo XVIII. Primero lo hizo ante al absolutismo, y después lo hará frente al liberalismo centralista y uniformador, es decir, antiforal, perdurando así hasta la revolución liberal de 1812, 1820 y 1837. En 1817 el Ayuntamiento realizó algunas interesantes reformas, elevadas a categoría de Ley del Reino en las Cortes de dicha fecha.

Cómo debe ser el pendón de la ciudad se trata en el capítulo XV de dicho Privilegio: "La ciudad tendrá un sello grande y otro menor y un pendón de unas mismas armas de las cuales el campo será azur en medio habrá un león pasante, que será de plata y tendrá la lengua y las uñas rojas, alrededor de dicho pendón habrá una hilera de armas de Navarra, que el campo será rojo, y las cadenas que irán alrededor de oro. Y sobre dicho león y en el sitio de la esquina, una corona real de oro, en señal de que los reyes de Navarra suelen y deben ser coronados en la catedral de Santa María de Pamplona".

Pamplona, como Cabeza del Reino de Navarra, tenía los títulos de Muy Ilustre, Muy Noble, Muy Leal y Muy Heroica Ciudad de Pamplona. El último título lo recibió de Fernando VII en 1824, en premio por el heroísmo de los pamploneses frente al liberalismo de 1820-1823.

Este Armorial navarro fue publicado a todo color, y hace siete años, por Juan José MARTINENA RUIZ, director del Archivo General y Real de Navarra, del que es la introducción, estudio preliminar e índices. Lo edita "Diario de Navarra", 2003, 169 pp., col. Biblioteca Básica Navarra nº 52.

Valentín Redín Flamarique (q.e.p.d.) publicó un trabajo sobre los Usos y costumbres del Ayuntamiento de Pamplona, que inserta, actualidado en su redacción, el Privilegio de la Unión de 1423, pág. 31-44. La edición de este libro corrió a cargo del Ayuntamiento de Pamplona, 1987, 238 pp., como parte de la "Colección Breve. Temas pamploneses" nº 10. Este libro contiene todo lo que debe saber el jefe de protocolo municipal en relación con los usos y costumbres del Ayuntamiento pamplonés a lo largo de su historia hasta la actualidad.

Sobre el Privilegio de la Unión y el gobierno municipal de Pamplona a comienzos de la Edad Moderna, me remito a Santiago LASAOSA UNANUA, El 'Regimiento' municipal de Pamplona en el siglo XVI, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1979, 552 pp. En relación con el siglo XVIII, etapa ésta donde se modernizó la ciudad y su administración municipal, véase, José Fermín GARRALDA ARIZCUN, La administración municipal de Pamplona del siglo XVIII, tesis doctoral, Universidad de Navarra, 1986, 5 vols. Esta tesis ha sido publicada parcialmente, y su autor la ha prolongado, desde el punto de vista sociológico, sobre la Pamplona de comienzos de la edad Contemporánea, hasta 1833.

El escudo de los Aoiz de Zuza está hermosamente labrado en la casa del nº 12 de la calle Chapitela de Pamplona, según recoge José José Martinena Ruiz en Escudos de armas en las calles de Pamplona, Pamplona, Ayuntamiento de Pamplona, 1997, 129 + 25 pp., vid. pág. 43.

J.F.G.

jueves, 18 de marzo de 2010

Plano de la ciudad de Pamplona (Navarra). Siglo XVIII

Bellísimo plano de la ciudad de Pamplona y sus alrededores, fechado en 1756. Se encuentra en el Archivo General de Navarra (AGN). Existen otros planos similares, entre ellos el de Nicolás de Fer fechado en 1719, y el del 5-VIII-1756, así como unos terceros donde se incluyen todos los pueblos de la cuenca de Pamplona e incluso las rutas hacia Francia.
Pamplona tenía un carácter militar de ciudad fronteriza y era, según decía reiterativamente su Ayuntamiento, un "antemural" de España ante Francia. Estaba situada en el Pre-Pirineo, y era un paso obligado para comunicar la Ribera navarra y la Navarra media con el reino de Francia. Esta comunicación se hacía a través de los valles de la zona Norte, situados en dirección Norte-Sur y surcados por abundantes ríos, a través de los que se ascendía hasta llegar al límite que separaba las Monarquías española y francesa. Pamplona estaba emplazada sobre una alta meseta junto al río Arga, en medio de la fértil cuenca de Pamplona
En este plano se diferencia claramente la plaza militar en cuanto tal, cuya custodia correspondía a los vecinos en caso de peligro (el famoso "Tercio" de vecinos organizado y dirigido por el Ayuntamiento), y la ciudadela creada por Felipe II en 1571. Sólo existían dos pequeños barrios extramuros (Rochapea o Jus la Rocha y la Magdalena), además de diferentes conventos y molinos junto al río Arga. En el plano también se muestran las fortificaciones antiguas, los defectos a subsanar, y la proyección de nuevas obras. Más tarde, la invasión francesa de 1794-1795 justificó diferentes proyectos de mejora de las fortificaciones de la ciudad, que por ejemplo se aprecian en un plano de 1796.
Sobre las fortificaciones de Pamplona hay interesantes trabajos de los doctores Juan José Martinena Ruiz y Florencio Idoate (q.e.p.d.), y otras aportaciones de José Luis Prieto y de Asunción de Orbe Sivatte.
Como este plano hay otros en el Archivo General de Navarra (AGN), en el Servicio Geográfico del Ejército (AGN), y en el Archivo Municipal de Pamplona (AMP).
La función de estos planos es militar, y son muy útiles para el historiador más allá de la historia militar, porque respetan perfectamente la distribución urbana de la ciudad e, incluso, algunos de ellos, señalan con detalle los pueblos de los alrededores de la ciudad y los caminos hacia Francia.
Además de la Ciudad de Pamplona, otras importantes fortalezas fronterizas eran Fuenterrabía (la blasonada M.N. y M.L. Provincia de Guipúzcoa, parte del Reino de Castilla), Jaca (Reino de Aragón) y Lérida más Figueras (Principado de Cataluña). Fuente de este mapa: VV.AA., Atlas Histórico visual de Navarra, Pamplona, Diario de Navarra, 2007, pág. 142-143.
Vid. también: José Fermín GARRALDA ARIZCUN, La administración municipal de Pamplona del siglo XVIII, Tesis doctoral, Pamplona, Universidad de Navarra, 1986, 5 vols., v. V, 12 planos del s. XVIII (AMP y AGN).

miércoles, 17 de marzo de 2010

Escudo de la Monarquía en tiempos de Carlos I de Castilla y IV de Navarra


Escudo labrado de Carlos I y IV de Navarra, sobre la la puerta principal del actual Archivo General de Navarra, antiguo palacio real, residencia de los virreyes desde 1512. Son las Armas imperiales de Carlos V. Se colocó a finales del siglo XVI y hoy hermosea dicha puerta como elemento escultórico que da razón de los territorios de la monarquía hispánica. Las cadenas de Navarra lucen en un lugar destacado al lado de las barras de la Corona de Aragón. Foto: JFG
Un escudo similar, muy bien labrado, se encuentra en la puerta de acceso a la ciudad una vez atravesado el hermoso portal de Zumalacárregui, antiguo portal de Francia.

Escudo de la Monarquía española en el siglo XVIII

Escudo del siglo XVIII de la monarquía de España (o Las Españas). A partir de la conquista de Navarra en 1512 y de su inmediata incorporación al Reino de Castilla en 1513-1515, mediante unión eqüe-principal, el escudo del Reino navarro encontró su lugar junto a las Armas de los territorios de la monarquía hispánica.

El escudo que como éste fue tallado por encargo del Consejo Real de Navarra en 1735, se conserva hoy en el zaguán del Ayuntamiento de Pamplona.

En este escudo,las cadenas de Navarra sustituyen a la flor de lis de la dinastía borbónica inaugurada en España por Felipe V y VII de Navarra. Obsérvese que el escudo de Navarra está en el centro, lo que indica la perspectiva navarra y la importancia e igualdad jurídica del Reino respecto a los restantes Reinos de la Monarquía. Según Floristán Imízcoz: "Hay que concluir que si no desapareció, en estos siglos XVI-XVIII, el emblema de las cadenas, fue por el empeño con que los navarros las defendieron. Las Cortes de 1561, 1586, 1646 y 1652, de diversas maneras, quisieron restaurarlas como signio visible de que Navarra no era menos que otros: que "este reino es tan antiguo y tan calificado y de tanta preheminencia como cualquiera otro reino que Vuestra Majestad tenga".

Añado que, en 1735, la Diputación del Reino de Navarra defendió su preeminencia sobre el Señorío de Vizcaya en el besamanos de las personas reales. En el último punto del largo Memorial impreso que la Diputación del Reino presentó al monarca Felipe V y VII de Navarra, la Diputación alegaba la preeminencia que las Armas del Reino de Navarra tenían sobre las del Señorío de Vizcaya en el escudo de la monarquía.

Imagen tomada "in situ" por el autor (JFG). Figura en publicaciones como VV.AA. Historia de Navarra, Pamplona, Ed. Diario de Navarra, 1993, 2 vols., 656 pp., pág. 286 y 329; VV.AA., Historia y actualidad del Fuero Navarro, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2004, 98 pp., pág. 34, col. Chipi-Txapa, nº 2.

J.F.G.

lunes, 15 de marzo de 2010

Cartografía marina de la isla de Cuba. Zona de La Habana, Matanzas y Cárdenas

Cartografía marina de parte de la isla de Cuba. Carta marina: "North Atlantic Ocean. The West Indies", London 1903, actualizado en 1965, editado en 1966 y 1973, fol. nº 3.273. Carta marina utilizada por el marino y arqueólogo naval don Carlos Etayo Elizondo.
Al Noroeste de la perla del Caribe, en la zona de Matanzas y Cárdenas, la familia Zozaya del valle de Baztán (Errazu, barrio de Iñarbil, palacio-cabo de Armería de Echeniquea) poseían tres hermosas fincas en régimen de mayorazgo desde finales del s. XVIII. El hermoso valle de Baztán, de verdes y hermosos prados, se sitúa al N.O. del Reino de Navarra y limita con Francia. Es de todos sabido que dicho Reino de Navarra fue incorporado a la Corona de Castilla a partir de 1512-1515, y que muchos navarros emigraron a las Américas para sobrevivir o bien hacer fortuna gracias a dicha incorporación.
El archivo privado de la familia Zozaya es rico en documentación sobre Cuba durante el siglo XVIII, y en cartas privadas que describen con todo detalle lo ocurrido en la gran Antilla en torno a 1898, que haremos públicas sistemáticamente en este blog para conocimiento de los investigadores. A dichas cartas les acompañarán varios trabajos de investigación del autor de este blog en relación con el "Desastre" que para España supuso dicha fecha.
J. F. Garralda

domingo, 14 de marzo de 2010

VII Congreso de Historia de Navarra. Con mis mejores saludos

Querido amigo:

Deseo recordarle, a título particular y movido únicamente por el celo en favor el conocimiento histórico, la convocatoria del VII Congreso de Historia de Navarra, bajo el título "Navarra, un espacio de cultura", realizada por la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra. Las sesiones tendrán lugar en Pamplona, del 27 de septiembre al 1 de octubre del presente 2010.

Como quien cultiva con afán el estudio de la historia en su diversidad de formas, métodos y temas, creo conveniente que cada uno de los que como tales estamos involucrados en dicho estudio por profesión y/o vocación, nos hagamos eco de los simposios, jornadas, cursos de verano, congresos etc. relativos a la Historia, en este caso a la Historia de Navarra, Reino milenario.

Creo que es conveniente que, unos a otros, y dirigiéndonos al gran público, nos recordemos las diferentes convocatorias abiertas que las diferentes instituciones ofrecen a todos los estudiosos de la Historia, es decir, a quienes trabajan con rigor e imparcialidad, y con el desinterés propio del científico y humanista.Me parece que estas convocatorias abiertas no son lo más habituales.

Este "recuerda" se dirige a quienes cultivan la historia cuantitativa, narrativa, o biográfica..., a los que siguen el método heurístico propio de la historia del Derecho, o del prosopográfico propio de la historia social..., a quienes analizan temas de historia social y política, de mentalidades y religiosa, económica, militar, o bien de historia del arte..., a quienes realizan estudios generales o monográficos, o bien son generalistas, especializados en áreas o bien en grandes temas..., y a quienes se resisten a que se ahonde todavía más el abismo existente en la España de hoy entre el bachillerato y la universidad. No pocas veces, lo mucho que el profesor universitario tiene de ciencia (y en algún caso de engreimiento), lo tiene el profesor de secundaria en didáctica y confección de buenos libros de texto. Ojalá se unan ambos "mundos", hoy por hoy tan separados. Además, ¿no recordamos todos algunos profesores de Educación Secundaria que han sido buenos -y hasta destacados- investigadores?

¿Es que no conviene reactivar los estudios y la didáctica, las investigaciones científicas y la divulgación seria de la Historia? ¿No es urgente invertir económicamente -sí, sí, con euros, libras o dólares- en el hombre, en nuestro caso en el estudio serio, científico y humanístico de la historia? Si a ello unimos la necesidad de formar a los profesores de educación secundaria, bachillerato y universidad, en una buena didáctica de la Historia, la necesidad de inversión material, abierta y sin "enchufismos"se agudiza. En efecto, no todo investigador tiene -por serlo- la virtud de manifestarse como un buen profesor. Lo ideal es responder a las dos cosas a la vez. Estoy entre aquellos que han tenido muy buenos profesores y que a su vez eran fantásticos investigadores, tanto en el área de la Historia como en el de la Geografía. Por ejemplo, recuerdo a menudo al historiador don Federico Suárez Verdeguer y al inolvidable geógrafo don Alfredo Floristán Samanes, sin relegar -¡sólo faltaba!- a otros muchos docentes.

Al decir, en el párafo introductor que justifica estas líneas, "Historia de Navarra", no aislo a Navarra dentro de la civilización occidental, ni dentro de lo que fue la Cristiandad, ni de su entorno de pertenencia como es la Historia de España y, según épocas, de las Américas. No en vano este blog se titula: "Navarra y Pamplona. España. Cuba".

No conozco su propia experiencia -la de Vd. querido amigo-, pero cuando quien escribe estas líneas estudiaba la carrera universitaria, observaba que por entonces se daba mucha importancia a los estudios históricos. Incluso estaban algo de moda, moda quizás estimulada porque algunos utilizaban erróneamente la Historia como un instrumento o arma política e ideológica. En las aulas univesitarias había bastantes alumnos, muchos más que hoy. Y los alumnos se dedicaban profesionalmente a la enseñanza de la Historia y, en casos, a la investigación. Esa importancia y prestigio de los estudios históricos era estimulante, y propio de una sociedad culturalmente avanzada y libre en sus manifestaciones más nobles.

Han pasado irremisiblemente las décadas pues peinamos algunas canas, y quien esto experimentó, ahora aprecia con pena que a la sociedad de hoy no le interesan dichos estudios. Hoy se invierte en todo, pero poco se invierte en el trabajo serio y callado, no pocas veces sin brillo, de la Historia. Se considera que este conocimiento no es "útil" con la "utilidad" del actual utilitarismo. Incluso el número de publicaciones se ha reducido, se leen poco, y cada vez exigen textos más breves. La crisis cultural de una sociedad de masas, de una sociedad materialista y hedonista que sólo admira el provecho inmediato y tangible etc. ha hecho mella. Los alumnos son escasos. Hay Facultades que pueden "cerrar". Los que cursan estudios de Geografía e Historia (ambas disciplinas están muy unidas) se quedan muchas veces sin trabajo. Incluso se ha sustituido la profundidad por la divulgación, el trabajo serio y silencioso -a veces heroico- por el "picoteo" y la divulgación en revistillas, periódicos y hasta films que de historia tienen poco o nada. El estudio riguroso de la Historia parece que se está restringiendo a minorías universitarias que se retroalimentan y que, al menos en España, han caído desde hace décadas en la endogamia. Los que nos hemos quedado fuera de sistema, quizás podamos estar menos tentados en el ejercicio de la libertad interior. ¿Es esto -que no el "resentimiento"- lo que origina estas líneas?: no lo sé, pues en su día también hubo voces de queja, aunque en un sentido muy distinto. A todo esto se añade que, no pocas veces, quien no sabe suficiente por no dedicarse al oficio o bien por no formarse durante cinco años -o los que sean hoy- en una Facultad universitaria, se entromete en un terreno que no conoce bien. El intrusismo es a veces llamativo, y en él puede existir más vanidad que desinterés, más curiosidad que profesionalidad.

No considero que estas líneas tengan un carácter pesimista, sino que tras tomar el pulso social, me dan ocasión para alegrarme muchísimo por iniciativas como la del VII Congreso que he mencionado.

Esto es lo que a título particular me mueve para hacer eco del VII Congreso de Historia de Navarra, organizado la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra, bajo el sugerente título: "Navarra un espacio de cultura". Este Congreso, que agrupa a muchos historiadores con una diversidad de métodos, temas y estilos, tendrá lugar en Pamplona, del 27 de septiembre al 1 de octubre del presente año 2010.

El VII Congreso abarcará todas las etapas de la Historia de Navarra, Reyno milenario, bajo la modalidad de ponencias, comunicaciones y pósters. El carácter temático del Congreso se estructurará dentro de la cultura política, la cultura material etc.

Los datos pueden verse en la página web de la Sociedad: http://www.sehn.org.es/congreso2010.html
Correo electrónico: sehn@sehn.org.es

Mi saludo más cordial,

José Fermín Garralda Arizcun

jueves, 11 de marzo de 2010

Condiciones de uso del Blog

Estimado lector:

Antes de comenzar nuestra mutua comunicación, que deseo siempre interesante y feliz, quiero advertir que los datos de los trabajos aquí publicados, y los trabajos mismos, podrán ser utilizados siempre que se cite su fuente completa: autor, título, fecha y el blog de donde se toman.

Comprenderás que este requisito es un mínimo imprescindible, debido a la naturaleza original de los trabajos publicados, a la inclusión de fuentes documentales de carácter primario, al esfuerzo que todo ello conlleva, al tiempo invertido en la investigación y elaboración de las diferentes aportaciones, así como a los sacrificios personales exigidos, por mucho que siempre hayan sido realizados con gusto y desinterés. El único propósito que nos impulsa en la creación y mantenimiento de este blog es acercentar el verdadero conocimiento de la historia.

Por otra parte, no será infrecuente que la visualización y captura de las páginas publicadas soliciten una aportación económica o donativo, aunque su cantidad sea simbólica. El objetivo de ello es evitar que la red se convierta en un instrumento útil para los depredadores, que sin profesión, ni esfuerzo, ni una mínima honradez, se aprovechan del trabajo ajeno e incluso del nombre de su autor.

Los textos, ya sea breves o largos, para los que se solicite un donativo, estarán en formato PDF, con el objeto de fijar sus contenidos y para su mejor utilización y manejo.

He de reconocer que Dante Alighieri es uno de mis poetas favoritos. En la Divina Comedia -o la Comedia como tituló él- habla de Navarra. No dice gran cosa, pero señala: "Vine al mundo en el reino de Navarra (...)" (Infierno, XXII, v. 48); "Calculando su tiempo, el buen navarro / en el suelo afirmó su pie bien junto (...)" (Inf., XXII, v. 121); "Tras de la rota dolorosa, cuando / Carlomagno perdió la santa gesta, / no sonó tan terriblemente Orlando" (Rolando) (Inf., XXXI, v. 16-18).
De España dirá: "Un litoral y el otro vi hasta España, / con Marruecos y la isla de los Sardos, / más cuantas aquel mar en torno baña" (Inf. XXVI, v. 103-105) etc.

¿Y William Shakespeare?. En algún lugar dijo que Navarra iba a ser el asombro del mundo.

Sea lo que fuere, dejemos a la historia que hable por sí misma.

Un cordial saludo,

José Fermín Garralda Arizcun
Dr. en Historia

Saludos a todos y presentación

Querido lector:

Este Blog pretende ser un instrumento eficaz para comunicar al gran público las investigaciones históricas de su autor, relativas a la historia del Reino de Navarra y su cabeza, la ciudad de Pamplona, así como relativas a algunos aspectos de la Corona de España en la que aquel se inserta desde 1512.

Este Blog se centra en la historia de Navarra y el resto de España en los siglos XVIII, XIX y XX. En el publicaremos investigaciones que el público especialista ya conoce, pero también otras que, aunque están redactadas con toda dedicación y esmero, y a costa de muchos sacrificios personales, sufren la complejidad de su publicación en papel en los actuales tiempos de crisis.

España se prolongó en las Américas, y a ellas marcharon muchos navarros. Como quien flota en la Mar Océana emergía la perla del Caribe, la isla de Cuba, la principal de las Grandes Antillas. A ella emigraron numerosos navarros para hacer fortuna -y algunos lo lograron con un gran éxito- como la familia Zozaya del valle de Baztán, cuyo archivo histórico conservamos y deseamos hacer público paulatinamente. El archivo privado de la familia Zozaya es rico en documentación, especialmente la relativa a la fecha del Desastre de 1898.

La amplia difusión e inmediatez de la comunicación en internet, más la seriedad de este blog y de muchos internautas, nos han animado a hacer públicos algunos de nuestros trabajos de historia de Navarra, España y Cuba. Al servicio de todos.

José Fermín Garralda Arizcun
dr. en Historia