miércoles, 20 de abril de 2011

LA BAJA NAVARRA TRAS LA CONQUISTA de 1512

LA INTEGRIDAD TERRITORIAL DEL VIEJO REYNO DE NAVARRA
"VII SEMINARIO DE LAS DOS NAVARRAS"


(Escudo grabado en la villa de San Juan Pie del Puerto. Antigua Merindad de Ultrapuertos. Foto: JFG, feb. 1992)

EL "VII SEMINARIO DE LAS DOS NAVARRAS"se reunió el pasado 14 de abril en la casa abacial de Ujué, hermosa atalaya de Navarra en piedra y templo de rezos a la Virgen sobre el Ebro.

En este Seminario y Encuentro se desarrolló la separación de la Baja Navarra del resto del Reino navarro tras la conquista de Navarra por el duque de Alba en 1512, realizada al mando de tropas castellanas (más guipuzcoanos, alaveses y vizcainos...).

(Dos vistas parciales de la villa de San Juan Pie del Puerto. Foto: JFG, feb. 1992)


El Encuentro lo promovió el Gobierno de Navarra, quizás para jalonar la conmemoración de 1512. Estuvieron presentes el presidente del Gobierno de Navarra, el consejero de Cultura y Turismo de Navarra, los alcaldes de La Bastide-Clairance, Baigorri, San Juan de Pied de Port, y de Ujué, el presidente de la Asociación de Amigos de la Vieja Navarra, y el Comité Izpegi.

Los historiadores refrescaron las tesis aceptadas y demostradas por gran parte de la historiografía, y sacaron a la luz el por qué de la tradicional amistad entre los actuales habitantes de la antigua "Merindad de Ultrapuertos" y los de las cinco restantes merindades del viejo Reyno de Navarra. Seguramente -añado- se trata de una mutua añoranza que refleja la raíz común y la propia personalidad de los navarros, por lo mismo que el hombre no sólo es presente y acto de voluntad. El compromiso entre Francia y España, y la disposición del relieve, conllevó el recorte territorial o mutilación de una pequeña parte del Reino navarro en 1530 -en otra ocasión fue la zona de Laguardia entre otras-, perdiéndose Ultrapuertos. Esta zona había permanecido vinculada al Reino de Navarra desde 1189, es decir, durante 300 años. La doctora Mercedes Galán, de la Universidad de Navarra y presidenta de la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra, destacó cómo y cuándo tuvo lugar la separación de las "dos Navarras", y que si bien Navarra mantuvo su pesonalidad una vez incorporada a la corona de Castilla como "reino separado" (reino "por sí"), sin embargo la Merindad de Ultrapuertos siguió el proceso de centalización y absorción llevado a cabo por el absolutismo francés, y, después, del más inflexible proceso de la revolución liberal.

Por su parte, Lucien Hurmic hizo la historia de los Seminarios de las Dos Navarras y de la actual proximidad humana entre las seis antiguas Merindades del viejo Reyno navarro, mientras que el alcalde de La Bastide-Clairance desarrolló diferentes aspectos de la conmemoración en 2012, así como del VII centeranio del Fuero de fundación de su localidad.

Sabemos que la expansión de Navarra por Ultrapuertos tuvo relación con el matrimonio de doña Berenguela, hermana de Sancho VII el Fuerte (Navas de Tolosa, 1212) con el rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León.

(Orthez, población de Bearne, limítrofe a la Merindad de Ultrapuertos. Aquí residieron los reyes navarros después de la invasión de julio de 1512, y desde este lugar procedieron sin éxito a recuperar el Reino)

(Lápida en el lugar donde reposan los restos de los reyes de Navarra de don Juan y doña Catalina, y de sus inmediatos descendientes, en la catedral de Lescar, en Bearne, lugar próximo a la antigua Merindad de Ultrapuertos)


Recordemos al lector la gran belleza natural de la antigua Merindad de Ultrapuertos, que abarca un espacio de reducida extensión con 1.200 km2, pero muy hermoso, y el interés cultural y turístico que asimismo despierta. Una hermosa ruta turística (cultura, religiosidad y camino de Santiago de ida y vuelta)es Espinal y Burguete, Ntra. Sra. de Orreaga -o de Roncesvalles-, el monumento a Roldán junto a la ermita moderna (construido en 1965), el puerto de Ibañeta vigilado por el poderoso monte Ortzanzurrieta que destaca del resto del macizo paleozoico de Quinto Real o Alduide, cayendo hacia Valcarlos donde el viajero puede contemplar la danza de los "bolantes" en sus fiestas populares, para descansar como destino final en Ultrapuertos.

Una vez en Ultrapuertos, los historiadores tienen muy presentes los castillos medievales del s. XIII-XIV de Rocafort, Rocabruna, Mondarrain, San Juan de Pie del Puerto, y Castelrenaut. Al Este de la Baja Navarra se encuentran Soule (que fue dominio directo de la corona francesa), Bearne (un vizcondado soberano), Bigorra etc. En esta Merindad había unas 12 villas con asiento en Cortes de Navarra. En el pasado, fueron muchos los navarros de Ultrapuertos los que decidieron trasladarse a España y trabajar como si fuesen súbditos del monarca español. Por ejemplo, todos guardamos en nuestra memoria al doctor Juan Huarte de San Juan, autor de Examen de ingenios, que tiene en Pamplona una calle y un monumento en la Media Luna dedicadas a su memoria. También lleva su nombre una revista de Historia de la Universidad Pública de Navarra.

(Mapa de Navarra en los siglos XIV y XV. Al Norte se aprecia claramente la sexta Merindad: Ultrapuertos. Tomado de TANCO LERGA Jesús, Navarra. Geografía e Historia. Sus hombres, Pamplona, Ed. Gomez, 1972, 158 pp., p. 50. Libritos de síntesis y sencillos como éste, y el volumen I relativo a Geografía, sería necesario publicar hoy, pues los que hay no son accesibles por su complejidad a las edades tempranas. Sin duda, en las ediciones de hoy prima lo complejo, extenso y especializado, aunque -eso sí- con buen aporte gráfico, que dinero hay, al menos hasta ahora)

(Navarra durante el reinado de Sancho VII el Fuerte, editado en el "Atlas de Navarra" CAN. Se observa que Navarra llegaba hasta San Sebastián, Durango, Vitoria, Miranda del Ebro, y Laguardia, así como Ultrapuertos)


Fue Enrique II de Albret (1503-1555), hijo de los último reyes Juan III y Catalina de Navarra, quien heredó el trono de Navarra en el año 1517. Este monarca se educó en la corte francesa, sin por ello tomar parte en la batalla de Noain (1521) ni en la posterior de Fuenterrabía (1524). En 1527 Navarra abandonaba Ultrapuertos. Ya sabemos que la hija de Enrique II, Juana III, abrazó la causa protestante, y que su hijo, Enrique IV, será rey de Francia, instaurando la Casa de Borbón en la monarquía cristianísima. Así pues, cuando los navarros juren fidelidad como "señor natural" a Felipe de Anjou en 1700, pudo pensarse que regresaba la sangre de los últimos reyes de la Navarra independiente, don Juan y doña Catalina. Como por la incorporación del Reino de Navarra a la corona de Castilla, el rey de Navarra era el que era monarca en Castilla, la aceptación de Felipe de Anjou como rey de Navarra por parte del Ayuntamiento de Pamplona y sobre todo las Cortes del Reino celebradas en esta ciudad en 1700, se hizo con una absoluta naturalidad por parte de los navarros, y sin otras consideraciones que el testamento de Carlos II de Castilla y V de Navarra, el último monarca de la dinastía de los Austrias.

José Fermín Garralda Arizcun
(Pamplona, 20-IV-2011)

Se ha hecho eco del evento "Diario de Navarra", viernes, 15-IV-2011, p. 56

domingo, 17 de abril de 2011

IMAGINERÍA RELIGIOSA DE SEMANA SANTA EN PAMPLONA

INICIO DE LA SEMANA SANTA EN PAMPLONA DEL AÑO 2011
TRASLADO de Nuestra Señora de la Soledad (la Dolorosa)
Bakardaderaen Andre Maria


Es viernes a las nueve de la noche. Noche de "amarga soledad". El cielo, oscurecido. En dos días, Domingo de Ramos e inicio de la Semana Santa.

(Detalle del rostro de la Dolorosa. Sin duda es la imagen mas valiosa y que recibe más miradas piadosas durante la Semana Santa de Pamplona. Como dice un autor, "su belleza ha merecido elogios y despertado leyendas". Habitualmente se encuentra en la parroquia de San Lorenzo. Foto: JFG, 2011)


El "Traslado" -que así se llama- de la Soledad, se realiza desde la Iglesia parroquial de San Lorenzo -que tienen adosada la capilla de San Fermín-, hasta la S.I. Catedral de Santa María de Real. El largo recorrido cruza el antiguo Burgo de San Cernin (calle Mayor y antigua Bolserías), la plaza de la Casa Consistorial, y el Burgo de Navarrería (calle Mercaderes y Curia).

Es una procesión de silencio. A mitad de la calle Mayor, un grupo coral de unos veinte intérpretes, de la cofradía de San Saturnino, cantó el "María Dolorosa" (compositor Iñaki Lacunza), acompañados de instrumentos tradicionales, a la Madre de Dios, como animándole en su soledad, angustias y dolor como Madre corredentora. Esta simpática novedad empezó el año pasado, y muestra del auge que va tomando el Traslado. Es que en Pamplona éramos -y somos- muy serios. Acompañan al Paso el Cabildo de San Lorenzo, las Hermanas de La Soledad, y varios representantes del M. I. Ayuntamiento iruñense. Todo el recorrido procesional estaba lleno de fieles expectantes, más los que llevaban cirios encendidos que desfilaban a ambos lados de la calle. Un "mozorro" de la organización, distinguido con capirote blanco, se esforzaba para que los cirios no quemasen las vestiduras de los portadores, con el objeto de evitar que estos se convirtiesen -los "pobres"- en pequeñas o grandes luminarias ardientes. Yo creo que los asistentes eran muchos más que "cientos", que es la cifra que da "Diario de Navarra". Silencio y recogimiento. Cirios, hachas y farolas de tamizada luz iluminaban el recorrido. También de los bares salían a saludar a la Señora de los Dolores. De vez en cuando, llegaban las melodías de la banda municipal de La Pamplonesa.

Los miembros de la Hermandad de la Paz y Caridad presentaron su homenaje a la alcaldesa de Pamplona, que este año cesa en sus funciones. Su presencia se justificaba en el Acto por los nobles y religiosos sentimientos de la Corporación pamplonesa, y porque el Ayuntamiento es el patrón del Paso de la Dolorosa, así como de las Cofradías de Soledad y Veracruz. Este año, catorce niños con una edad que oscila ente los 9 y 17 años, miembros de la Hermandad de la Paz y Caridad, participaron en la comitiva, revestidos de hábitos y capirotes.


(La Dolorosa en su recorrido a mitad de la calle Mayor. Es el Paso procesional más antiguo de Pamplona, pesa 980 kilos y lo llevan 24 portadores)

(Imagen del bellísimo manto de la Soledad, tomada a las puertas del atrio de la catedral. En él está grabado el escudo del Ayuntamiento de Pamplona y el emblema de la cofradía de las Cinco Llagas. Ello indica que pertenece al Ayuntamiento. Este manto fue encargado a las Madres Adoratrices de Pamplona y se estrenó en 1960. Siempre me he preguntado por qué en Pamplona los Pasos no están tan adornados como en Sevilla o Málaga... Claro es que aquí hace viento y es preciso proteger la llama del alma, y que fácilmente llueve. La inclemencia hace que las procesiones de aquí sean más austeras y tengan menos dedicación que las procesiones de la ciudad de la Giralda)


Subida la calle Curia no sin esfuerzo por parte de los portadores del Paso, y una vez en la S.I. catedral -que nos acoge con una hermosa fachada neoclásica de Ventura Rodríguez recién restaurada-, el Dean de la S.I. catedral, y a la vez capellán de la Hermandad de la Pasión, don Carlos Ayerra Sola, realizó una Oración de recibimiento, conmovedora y bellísima en su fondo y forma, a la madre de la Soledad o Dolorosa, situada entonces junto al Presbiterio enrejado. (Cuando pueda, ofreceré dicho pregón al lector). El Orfeón Pamplonés interpretó dos preciosas piezas de músicos navarros, entre ellas el tradicional Caligaverunt. Al final, todos los fieles cantaron la Salve, en latín.

Una vez más, la belleza mueve el interior del alma: el rostro suplicante de la Señora y su precioso manto negro bordado con hilo dorado, arremolinamiento de fieles pamploneses como hijos igualmente desvalidos alrededor de su Madre (los que nos vemos todos los días en la calle al ir y volver del trabajo), entorno y suspiro catedralicio, palabras juglarescas y de oración a lo divino, música maravillosamente armonizada... acercaban al pobre chiquillo, de simple calzado y pantalón roto, a los pies de la Señora. ¿Qué haré ante el misterio que en ella se enciende? Acompañar, acompañarle y pediré perdón...

La Dolorosa se encuentra estos días en una capilla de la nave izquierda de la catedral, hasta que el Viernes Santo se incorpore a la procesión del Santo Entierro.

El 12-III-1775 se fundó la Congregación de Ntra. Sra. de los Dolores en el convento de los Agustinos, que hoy día es parroquia de San Agustín, donde se veneraba una imagen de la Dolorosa. En 1883 se esculpió la actual imagen de la Soledad, que el Ayuntamiento de Pamplona -su patrono- encargó al escultor catalán Rosendo Nobas y Ballbé, discípulo de Vallmitjana. Entre sus obras, tal vez sea la cabeza de la Soledad su obra más acabada. Esta es una imgen "de vestir", por lo que sólo tiene talladas las manos y la cara. Desde 1927, existe una Hermandad de la Soledad, auque fue en 1926 cuando la Hermandad de la Pasión solicitaba al obispo la creación de una sección femenina, que en 1935 ve aprobados su Reglamento. Poco a poco, la Hermandad de la Soledad tendrá más contacto con la de la Pasión por motivos prácticos.

José Fermín Garralda Arizcun

(Árboles en flor en la ribera del río Arga, en la proximidad de Magdalena zubia. La Semana de Pasión no es algo oscuro y triste, sino que viene a ser como la primavera de la Resurrección)


P. D. Existe un libro donde se explican todos los Pasos de la Semana Santa de Pamplona, la historia de la Hermandad de la Pasión que refundió las cofradías anteriores, y un amplio estudio sobre "La vida religiosa del Ayuntamiento de Pamplona. Siglos XVIII y XIX" realizado por quien suscribe estas páginas (p. 111-163). Vid. VV.AA. 1887-1987. Centenario Hermandad de la Pasión del Señor, Pamplona, CAN, 1987, 167 pp. Hoy me he enterado que el hermano que pagó el importe del Cristo Alzado en 1932, fue Miguel Mª Zozaya Iturralde, hijo de Pedro y nieto de Miguel Mª, que aparecen en una entrada en este Blog.


(Puente de la Magdalena. Este es el puente más importante de los cuatro medievales que cruzan el río Arga. Puente gótico construído en el s. XII y reformado en el s. XIX, tiene tres grandes arcos ligeramente apuntados.
Magdalena Zubia. Donejakue bidea Iruña sartzen ari dela adierazten du, zubiaren ortz batean burutzean santuaren irudia dago ikussai. Foto: JFG-2011)

Notas El aparato gráfico está tomado por el autor el mismo día de la procesión.
Sobre el "Culto e imágenes para los dolores de la Virgen" en Navarra, es decir, sobre la imaginería religiosa de la Soledad, véase el artículo del dr. Ricardo Fernández García en "Diario de Navarra", lunes 18 de abril de 2011, pág. 72 y 73.

sábado, 9 de abril de 2011

1512. NAVARRA, REINO “POR SI”. CONGRESO DE HISTORIA SOBRE LA CONQUISTA DE NAVARRA

NAVARRA, REINO “POR SI”. CONQUISTA, INCORPORACIÓN "EQÜE-PRINCIAL", Y CONTINUIDAD DEL MILENARIO REINO DE NAVARRA.
UN CONGRESO DE HISTORIA ANTE LA CONMEMORACIÓN DE 1512.
Del “dramatis personae”, a la incorporación a la Corona de Castilla, la reconciliación banderiza, y la afirmación y posterior desarrollo del Reino hasta 1841.



SIRVAN ESTAS PÁGINAS para comentar el exitoso Congreso de Navarra sobre 1512, y para ofrecer un sencillo ensayo histórico sobre el significado de dicha conmemoración en la idiosincrasia navarra. Ambos aspectos se encuentran totalmente separados, para que quien lo desee sólo atienda al primero.

("Diario de Navarra", DdN, martes, 22-III-2011, pág. 68)



1. EL CONGRESO DE HISTORIA.
SE DESARROLLÓ el Congreso Internacional prometido. Como área de conocimiento, fue un Congreso de Historia, y en cuanto disciplina, se trató de un Congreso de ciencia histórica más que de erudición. No admitió una instrumentalización para otros fines.

Del 21 al 24 de marzo, 32 investigadores y 110 inscritos como oyentes, se han reunido en Pamplona, en los salones del Archivo Real y General de Navarra, para analizar: “1512; conquista e incorporación de Navarra a la Monarquía de España. Procesos de integración en Europa”. Los ponentes fueron exclusivamente profesores universitarios, que procedían de las universidades de Navarra (UN y UPNA), más otros de Alicante, Barcelona, Castilla-La Mancha, CSIC, Deusto, Extremadura, León, Madrid, País Vasco. El Congreso fue internacional, debido a que en otros lugares hubo procesos semejantes, como en Bretaña, Borgoña, Irlanda, Gales, Nápoles y Lombardía. De esta manera, llegaron investigadores de las universidades de Bourgogne, Pau, Ireland etc.

La convocatoria la efectuó el Gobierno de Navarra, para ofrecer a los investigadores la oportunidad de recapitular y ampliar, exponer y debatir las conclusiones de sus investigaciones, sin pretender políticamente en momento alguno “fijar contenidos de memoria histórica”. En efecto, según dijo el presidente de Gobierno de Navarra en su acto de inauguración, este Gobierno, al promover este Congreso: “no quiere fijar una interpretación única y superior de los hechos acontecidos; ni quiere inculcar ideas concretas, ni impartir presiones o directrices; no pretende fijar contenidos de memoria histórica”.

Añado con espíritu constructivo que, a mi parecer, el Congreso no fue suficientemente difundido a pesar de encontrarse todos sus datos y los de preinscripción en la página Web del Gobierno de Navarra, pues conozco a profesionales en activo de la Historia, no adscritos a universidades, que desconocieron tal convocatoria. Tendrán que estar más atentos. De todas maneras, las fechas del Congreso eran muy malas para los doctores y licenciados docentes de Enseñanzas Secundarias, que quizás fuesen unos de los más indicados para estar presentes en el Congreso, e incluso para realizar aportaciones didácticas que analizasen los libros de texto, temarios y evaluación para el amplio colectivo de alumnos de los diferentes Bachilleres. Otra cuestión es que, de acudir todos, los salones del Archivo no hubieran sido suficientes para albergar a todos los asistentes.

(DdN, 19-III-2006)


(JAURRIETA MÚZQUIZ, C., El capitán Juan de Azpilicueta. Su familia y el castillo de Javier, Pamplona, Aramburu, 1954)



(Castillo de Javier, restaurado por sus propietarios los duques de Villahermosa, condes de Guaqui, en 1892. VV.AA., Navarra. Historia y Arte. Tierras y gentes, Pamplona, CAN, 1984, 383 pp., pág. 333)


* * *
LA TEMÁTICA DEL CONGRESO fue amplia, y se enmarcó plenamente en la historia moderna, aunque también en las interpretaciones del pasado realizadas en la edad contemporánea. No obstante, y paradójicamente según algún periodista, en alguna mesa redonda Navarra apareció poco, al centrarse en eso de “historificar al historiador” (dicho de otra manera, en la historiografía –lo que lógicamente también afecta a los historiadores de hoy-).

El presidente del comité científico, el dr. Alfredo Floristán Imízcoz, catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares, analizó con gran claridad y acierto los debates y polémicas en torno a la conquista del Reino desarrollados entre 1512 y 1720, en relación con su conquista por Fernando el Católico y la retención del reino por sus herederos. Son significativas las afirmaciones siguientes sobre el sentir de los castellanos:

“Parece una guerra hispano-francesa y una guerra defensiva contra Francia, la idea de conquista no es relevante, queda oculta. Es una empresa colectiva y popular en la que participan más de cien nobles castellanos, tienen más protagonismo que Fernando el Católico. También es destacable la invisibilidad de los navarros, casi ni se les menciona, excepto Zurita y Garibay; y su visión providencialista, lo que ha ocurrido es un designio de Dios” (M. Unzué, “Diario de Navarra”, 22-III-2011)

Por el contrario, los textos franceses son tardíos y posteriores a 1590, y en ellos abundan diatribas e insultos gravosos contra los que fueron sus enemigos. Qué pensaban los navarros desde el primer texto de 1534 y dos siglos después, es un tema apasionante que podrá leerse en las Actas del Congreso.

En el Congreso se analizaron hechos de Armas y el arte de la guerra en la época, así como la relación entre las Coronas de España y Francia, y lo ocurrido en otros lugares de Europa. Se expusieron por extenso los debates doctrinales desarrollados en el acontecer histórico de Navarra entre los siglos XVI y XX, y se habló de fuentes históricas, de la percepción de los hechos a lo largo de los siglos, y de historiografía. Se enmarcó el caso de Navarra en un contexto más amplio europeo, concluyendo que lo acontecido en Navarra no fue del todo original. Lo ocurrido en Navarra fue similar a otros territorios de la Europa del momento, donde también hubo invasión, reparto, incorporación o bien anexión (digamos que en Navarra se prefirió el término “incorporación”). Nos referimos a Borgoña, Bretaña, Gales, Irlanda, Lombardía y Nápoles.

(La Ciudad de Pamplona, Cabeza del Reino de Navarra, capituló y abrió sus puertas a las tropas del duque de Alba el 24-VII-1512. El Ayuntamiento negoció muy ventajosamente salvaguardar todas las libertades locales. En la ciudad había una sección beaumontesa, adicta al invasor. LASAOSA VILLANUA, Santiago, El "Regimiento municipal de Pamplona en el siglo XVI, Pamplona, Príncipe de Viana, 1979, 552 pp. El cap. I lo dedica a la conquista, p. 15-51. Las fortificaciones de la imagen son posteriores a la conquista. La actual ciudadela se construyó en 1571. No obstante, en 1512 la ciudad tenía unas fuertes murallas).

(El privilegio de la Unión era el documento por el que Pamplona se gobernaba, con un gran éxito y abundantes mejoras durante el siglo XVIII, desde 1423 hasta el triunfo liberal de 1841. Fue mantenido tras la capitulación de la ciudad en 1512. El texto original y las impresiones posteriores se conservan en el Archivo Municipal de Pamplona).


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AÑADAMOS NOSOTROS QUE si bien el hecho fue similar en Navarra y otros lugares de Europa (conquista y posterior incorporación -en Navarra no anexión-), la situación jurídica y autopercepción resultante fue peculiar en Navarra. Es cierto que según García Cárcel: “las anexiones se hacen (en Europa) por entrega voluntaria, no por derrota. Siempre está la idea del pacto, de la lealtad pactada”. Pero también lo es –añadimos nosotros- que: 1) Dentro Navarra, los perdedores agramonteses fueron insertados pronto en la vida del Reino; 2) Este acontecimiento tan nuclear para el Reino se percibió y desarrolló por los polemistas durante dos siglos; 3) La Corona de los Austrias estudió varias veces la legitimidad o "Derecho" de la incorporación de Navarra (también ocurrió esto el el caso de la conquista de las Indias); 4) La unión de Navarra a Castilla será “eqüe-principal” o entre iguales; 5)Tras 1515, Navarra insistió en el carácter de la incorporación, defendiéndolo en los s. XVIII y XIX (realistas y luego carlistas) hasta 1841; y 6) De alguna manera, dicha percepción continúa -conforme a la evolución histórica de Navarra- presente en nuestros días, aunque por motivos diferentes a los que le dieron origen (en este caso del nacionalismo llamado vasco, aunque Navarra esté por encima de este marco, de esta circunstancia y de cualquier nacionalismo).

Para el gran público es interesante el planteamiento de síntesis y divulgación que ofreció un autor en “Cuando Navarra se incorporó a Castilla” (vid. “Diario de Navarra” 13-I-2000). Para un público especializado interesan los trabajos de Floristán Imízcoz, Suárez, J. del Burgo Torres, F. Idoate, Gallastegui, Lasaosa, Recondo, García Pérez, J. I. del Burgo Tajadura, Aznanza, Martinena, Esarte, Orreaga, Fortún, otros medievalistas, y de Mª Puy HUICI GOÑI, En torno a la conquista de Navarra, Pamplona, 1993, 170 pp. A mi parecer, esta última autora, tiende a revalorizar la posición agramontesa, desdibujada en otros estudios. Efectivamente –y es mi opinión- los clanes de agramonteses e beaumonteses eran igual de navarros, y no tienen relación con nuestros días. Tampoco la tiene el hecho que en 1512 fuesen tropas de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya las que junto con las castellanas invadiesen el Reino a sangre, fuego y cuchillo (con el paso del tiempo se lo perdonamos –tengan a bien el chascarrillo-). Omitimos la bibliografía de los clásicos más o menos modernos (Moret, Alesón, Oihenart, Zuaznávar, Correa, Boissonnade, Desdevises du Dezert, Terrateig,) conocida por todos y a algunos eúskaros que fueron más literatos y eruditos que historiadores.

(DdN, 21-VIII-2006. Reconstrucción de la planta y la estructura del castillo de Amaiur, en Navarra, realizada por el guipuzcoano Iñaki Sagredo, autor de Navarra. Castillos que defendieron el Reino. A partir de 1512, el cardenal Cisneros mandó derruir numerosos de castillos, lo que se efectuó a las órdenes del coronel Villalba).

(DdN, 12-VIII-2007, "La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha descubierto nuevos restos del castillo medieval de Amaiur y de su baluarte renacentista". El castillo medieval tenía una planta cuadrada y poseía dos torres circulares en los extremos. Don Jaime Vélaz de Medrano capitaneó la resistencia agramontesa. Algunos elevan a 200 su número, aunque Fortún lo considera excesivo, pues la fortaleza tenía 150 m2 y su guarnición normal no pasaba de tres docenas de soldados aunque podía llegar a 110. Según Fortún, el ataque duró tres días y los defensores pelearon con bravura. El beaumontés conde de Lerín, a pesar de ser enemigo de los agramonteses, no pudo menos de replicar: "señor, aquellos nabarros son". Maya se rindió el 19-VII-1522 y el virrey conde de Miranda garantizó a sus defensores la conservación de sus vidas).

(Monumento a los últimos agramonteses que defendieron a sus reyes legítimos don Juan III y doña Catalina. La mayoría de los agramonteses se acogieron a los perdones de 1523 y 1524 y regresaron a sus casas. Con buen juicio, un autor señaló el 13-I-2000 que los defensores de Maya no fueron ni "verdaderos patriotas" como dice la historiografía romántica y nacionalista, ni tampoco "traidores" a la nueva España).

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2. VALORACIÓN Y ENSAYO SOBRE EL V CENTENARIO.
PERMÍTAME EL LECTOR UNA VALORACIÓN. Considero que el tema del Congreso era de sumo interés y actualidad. Esto no significa abrir la puerta a banderías (de hacerlo, allá cada cual). Decir de sumo interés justifica social y científicamente el Congreso. Así, con motivo de “1512 (-1530)”, V. M. Arbeloa escribe: “Conocer bien los hechos de ayer y no fabricarlos desde hoy, para uno u otro objeto, es una condición elemental para poder hablar de historia” (“Diario de Navarra”, 20-VII-2009). Decir de suma actualidad apela a la función secundaria de la ciencia histórica, pero es algo real. Dicha actualidad implica aspectos como los siguientes:

1) Una concepción básica y natural de la filosofía sobre el tiempo y la transmisión humana.
2) Constatar que los navarros viven sus raíces, siendo siempre y en este sentido de alguna manera tradicionales, sea cual sea su postura, y constatar también que Navarra -como otros países milenarios- no es un Acto de "voluntad versus voluntarismo" ni "positivismo" (no en vano la voluntad quiere por y para algo).
3) Tener presente que la historia de Navarra ha estado siempre en la memoria colectiva, aunque haya aumentado su intensidad desde el final la tercera guerra carlista (1876) hasta la actualidad. Recordemos que los carlistas no eran unos "románticos" sino que mantenían realidades en sí, realidades vividas, derechos propios, una legitimidad dinástica al servicio de lo anterior, y una realidad Navarra anterior y superior a la voluntad de los asociados (o menor mancomunados).
4) Conjugar equilibradamente aspectos relacionados entre sí como son la autopercepción, el cúmulo de realizaciones variadas en el tiempo, la justificación de las actuales instituciones (LORAFNA, 1982), y, sobre todo, el amor al conocimiento del pasado en cuanto tal.

Sin negar estas diversas funciones secundarias de la ciencia histórica, el conocimiento del pasado en cuanto tal es el objetivo principal de la ciencia histórica, y a él se ha consagrado este Congreso.

VAYAMOS AL ELEMENTO DE ENSAYO. A mi parecer, el Congreso trató sobre un apasionante tema, ya se involucre Vd. en él equilibradamente, ya lo trascienda aunque haciéndolo de alguna manera un asunto propio. Trató de un apasionante tema, que debe ser tomado con sosiego ya que los apasionamientos en ciencia histórica no son buenos; que debe ser tomado sin romanticismos siempre subjetivos –ni los navarros de 1512 ni los carlistas de 1833 en adelante eran románticos-; y que debe plantearse sin un supuesto academicismo de quien estudia un tema correctamente pero sin sentirse lo más mínimamente interpelado por él, es decir, como si estudiase cualquier un tema cualquiera a sueldo. Con estos supuestos, puede decirse que el tema del Congreso era un tema “muy navarro” para los navarros, y “muy europeo” para la Europa de comienzos de la Edad Moderna, pues el caso de Navarra no fue el único en la cristiandad del momento. Al supuesto academicismo por “exceso”, que puede acabar en una petulancia endogámica, observaremos que reflejar una realidad supone intentar aprehender también el “alma” que ésta generó a lo largo del tiempo, esto es, comprender en profundidad a los hombres del pasado que de todas las maneras posibles se hayan involucrado en los acontecimientos mediante hechos jurídicos y obras, estudios, opiniones y criterios, imágenes y arte, lengua y anhelos.

Digamos también que casi han pasado 500 años desde los hechos estudiados: la conquista e inmediata incorporación de naturaleza “eqüe-principal” del Reino de Navarra a la Corona de Castilla en 1513 y 1515. Analícese la conquista, que lo fue y además a sangre, fuego y cuchillo –aunque hubiese pocas víctimas y poca represión-, en una época en la que los navarros estaban divididos en agramonteses y beaumonteses, clanes nobiliarios a los que les unía algo muy importante: el deseo de que Navarra siguiese siendo Reino “por sí”. Y lo consiguieron. Pero también es preciso analizar la otra cara de la moneda: la nueva realidad que se generó en 1513 y 1515, y en la que no se incidió tanto en el Congreso, esto es, la incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Castilla. Este nuevo orden de cosas (cambio de dinastía en Navarra y de política exterior, y carecer en adelante del tribunal de la Inquisición) perduró hasta 1841, fecha en la que Navarra perdió contra todo derecho (salvo el de las Armas liberales) su naturaleza de Reino “por si” y con todas sus consecuencias. Los carlistas defendieron el Reino secular y hasta milenario, como parte de una civilización combatida por el liberalismo. No por esto fueron románticos, ni mantener esto les hará románticos. Esta pérdida de Navarra en 1841 fue mucho más dramática desde el punto de vista del Derecho Público navarro que la de 1512, y será el carácter Pactado de la Ley especial de 1841 y después de la LORAFNA lo que hasta hoy quede como único hilo conductor de la Navarra milenaria (1512, 1841 y 1982). Esto no se desarrolló en este Congreso.

Aunque quisiéramos, la convocatoria de un Congreso en una fecha conmemorativa no puede ser “aséptica” o carente de valores. Creo que nadie lo pretendió. En efecto, si, según algunos, la ciencia histórica no “sirve para nada” –en lo que se equivocan porque, hoy día y cada vez más, “todo el mundo” habla de Historia aunque sin saber-, llama la atención que los navarros en general sigan gozando de un profundo amor al conocimiento en cuanto tal de sus raíces y de las realizaciones de sus padres o mayores. Quizás se deba a la peculiar historia del viejo Reyno, a que no hay presente sin pasado, ni pasado sin futuro. Aunque no lo pretenda, el navarro es, visto desde fuera, muy tradicional. Aún en el supuesto que se quiera cambiar el “statu quo” actual. Sí, el conocimiento del ayer es “útil”: la única condición de semejante “utilidad” es que tan sólo –y es lo mínimo que se puede pedir- se busque la verdad. Que los resultados sean los que “salgan” de las fuentes, con tal que el historiador sea sincero y equilibrado, que busque la verdad objetiva, y que ponga los medios para ello, entre ellos –y esto es fundamental- el debido método histórico, que no es evidente por sí mismo sino que se aprende como parte esencial de una ciencia humanística y social como es la Historia.

(Libro de Armería nº 183. D. Luis de Beaumont, 4º conde de Lerín, condestable y Gran Chanciller de este Reyno).

(Libro de Armería nº 187, D. Pedro de Nabarra y Cueba, 4º Marichal y vizconde de Muruzabal de Andion, primer marques de Cortes)

* * *




3. ENSAYO FINAL.
NUESTRA SOCIEDAD E INSTITUCIONES aprecian mucho las conmemoraciones. Bien está, porque ello puede mostrar que, en nuestros días tan globalizados y masificados, no nos sentimos huérfanos ni desarraigados, que la vida de nuestros padres (aita eta ama) y abuelos (aitaborce eta amorcia) sí nos importa, que nos autopercibimos como unos herederos, que la realidad no sólo es un presente inmediato sino que es mucho más vasta, compleja e interesante, y que la realidad "nos dice algo" y que le atendemos…

Pero también las conmemoraciones tienen posibles riesgos. Uno, tener un excesivo -por injustificado- interés que pudiera originar apriorismos y, dos, utilizar políticamente los hechos del pasado que de alguna manera se pudieran prolongarse hasta nosotros, sirviéndose de la historia como arma arrojadiza, descontextualizándola y otorgándole un valor de necesidad o determinación que aquella pudiera no tener (ni tiene). Por maravillosa que sea la herencia que uno recibe, siempre se puede tirar de hecho por la borda. Otra cosa es que hacerlo cueste y que, por de pronto, sea con un carácter temporal, pues al final la realidad subyacnte sale por sus fueros. Ninguno de estos dos riesgos se han vislumbrado en el presente Congreso, y también por eso nos felicitamos.

Seguramente, una de las peculiaridades de Navarra es que, hablen unos en un sentido y otros de otra manera sobre su ayer, en ambos casos no hacen sino reafirmar a Navarra en su carácter milenario, en su personalidad, y -al menos en algunos rasgos- en su profunda identidad.

Desde hace décadas, pueden vivir en Pamplona personas de fuera de Navarra, que se consideran tan navarros como los demás, e incluso se autoperciben como “navarros de adopción”. Bienvenidos sean, aunque a veces su postura pudiera ser una “pose” al percibirse, ellos y sobre todo, como "ciudadanos del mundo"(así se dice hoy por moda -¡ay de las modas por las que nos mostramos como no somos!-), al confundir el arraigo aparente con el verdadero arraigo, al pretender a toda costa eso de “ser admitidos en sociedad", e incluso al plantear cuestiones novedosas y hasta innovadoras que no renovadoras. El "ser de una comunidad" (no el "pertenecer" a una sociedad) no lo dan los años, y a veces no basta una vida entera. Y no pasa nada. Cada uno tiene su idiosincrasia (que realmente existe y, a despecho de los racionalistas, a veces muy acusada), aunque ciertamente hay cuestiones que son universales. Por eso no hay que "ocultarse" para no ser "tachado" de algo -de partidario e incluso partidista-, como si "ocultándose" uno fuese más "científico" y "académico". Basta situar las cuestiones en su debida dimensión, sin sobredimensionarlas. Insisto en que plantear estas cuestiones no es ser menos académico y universal, ni más romántico y particularista; y que gozar de un carácter propio o idiosincrasia (no pocas veces tan inaprensible como el espíritu) no es "ser" ni más ni menos que otros, sino “ser” en cualquier herencia recibida (incluso temperamental y/o genética), y en ese diálogo íntimo entre objeto-sujeto. Por eso es maravilloso saber que entre nosotros hay un "Hogar gallego" y un "Hogar cántabro"... Con esto queremos decir que los conmemoraciones sí importan ya al hombre en cuanto estirpe o familia (no ya generación o camadería)ya a las comunidades, aunque todo ello debe situarse en su debida dimensión. En este saber situarse está la gracia y la dificultad, que personas inteligentes y normales cubren con creces; de lo contrario asistiríamos a una indebida utilización ideológica de la realidad. Nada de esto es "nacionalismo" navarro sino "estirpe" navarra, lo que es muy diferente.

Las conmemoraciones pueden ayudarnos a ganar en humanidad y en humildad al relativizar más o menos aquella parte relativa de la realidad, y a mejorar los lazos internos y externos como comunidad y pueblo. Eso implica que no todo es relativo, salvo si lo comparamos -posición esta muy clerical, que he visto en personas que por otra parte huyen del llamado clericalismo- con el absoluto y presente divino. Nada más y nada menos. Me refiero aquí a los navarros y a Navarra. Por eso, mi brindis tanto a los agramonteses como a los beaumonteses de ayer. Ambos bandos nobiliarios y sociales quedan ya muy lejos para nosotros, pero los podemos guardar en el corazón. Y hasta aprender de ellos. Quizás ya queden hoy pocos que pudieran “hablar” con ellos, de tu a tu, como a sus antepasados.

Desde el comentario al Congreso científico y mi posterior ensayo,

José Fermín Garralda Arizcun
Dr. en Historia Moderna
(9-IV-2011)

(Íñigo de Loyola, capitán del emperador Carlos, defendió Pamplona y cayó herido el 20-V-1521. Monumento en piedra de Aureo Rebolé Eguaras, en 1950, sobre “la caída” de San Ignacio en Pamplona. Esta escultura era, a su vez, una reproducción del original tallado por Joan Flotats en 1907, y conservado en la Basílica de Loyola. Fotografía artística tomada por el autor (JFG) en marzo de 2004, tras una intensa nevada. El escudo del plinto de piedra es laureado, y si fue suprimido de dicho plinto por las nuevas modas iconoclastas, ahora también lo ha sido en la nueva estatua de bronce. En su día otros desmotaron castillos como el de Javier, el santo patrono de familia agramontesa al que todos queremos y rezamos en vasco o en castellano, pues ambos idiomas milenarios están muy dentro de lo español).

(Don Pedro Navarro, del valle de Roncal. Encabezó el bando agramontés tras la prisión de su padre, que se llamaba como él. Luchó en la batalla de Noain contra el rey Carlos y en Fuenterrabía en nombre de Enrique II. Restablecido por el rey Carlos en la amnistía de 1524, realizó una importante carrera de Armas. Fue uno de los capitanes más famosos en Italia, primero al servicio de España y después de Francia. Simbolizó la plena incorporación de los navarros a la nueva Monarquía española).


ADDENDA.
1. Sobre el Congreso, véase “Diario de Navarra” 22 y 23-III-2011 (p. 68-69 respectivamente) etc.
2. Sobre la aportación de Iñaki Sagredo, véase sus libros: “Navarra. Castillos que defendieron el Reino”, y “El castillo de Amaiur a través de la Historia de Navarra”. Vid. en “Diario de Navarra”, 21-VIII-2006 y 25-V-2009; y en “Diario de Noticias”, 14-VIII-2006.
3. Sobre los nuevos vestigios del castillo medieval de Amaiur y de su baluarte renacentista, “Diario de Navarra”, 12-VIII-2007
4. De la inauguración del nuevo conjunto escultórico de San Ignacio, réplica en bronce del original en piedra, se hace eco "Diario de navarra" (23 y 30-VII-2005). El motivo de la sustitución, acordada por el Ayuntamiento en 2003, fue el evitar actos vandálicos. Los actos vandálicos fueron en 1991 (desapareció la cabeza del santo), 1993 (una mano) y 2002 (otra extremidad).

(Escudo de Navarra bordado en una banda que perteneció a A.A.F. de la ciudad de Tudela, sin duda antes de 1937, que son las mismas cadenas tan queridas por los bandos agramonteses y beaumonteses; esta continuidad y permanencia que expresa qué es el secular y hasta milenario del Reino de Navarra).

P. D. Querido lector, muchas gracias por tu paciencia al leer estas líneas, en las que se diferencia claramente lo que es el comentario del Congreso científico desarrollado en Pamplona el pasado mes de marzo, de otras consideraciones de ensayo sobre el centenario de 1512. El año que viene también conmemoramos ese otro centenario que es el de la batalla (concebida como cruzada) de las Navas de Tolosa (1212) contra los almohades, en la que fue decisiva la colaboración de Sancho VII el Fuerte de Navarra. Espero tu respuesta e intercambios. Un cordial saludo, F. de M.

domingo, 3 de abril de 2011

DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL A LA CRISIS ACTUAL EN ESPAÑA

RECENSIÓN A UN NUEVO LIBRO DE HISTORIA

GRACIA GUILLÉN, José Antonio, Las claves de la Revolución industrial en España. El declive de la estructura económica actual, Madrid, Ed. Cultiva Comunicación, 1ª ed., 2010, 679 pp. , Idioma: español. Col. Autor nº 83. 235 x 160 mm. 20 Euros Contacto: info@cultivalibros.com

(Observación: El aparato gráfico lo ceñimos a Navarra para así concentrar la imagen)

(Fotografía: JFG)

NADA MÁS POR SU PUBLICACIÓN, debido al actual tendencia a la baja de la producción editorial (en Navarra la tirada de ejemplares se derrumba, DdN 30-III-2011)), este libro ya es un éxito, del que nos alegramos. Pero sobre todo lo es si tenemos en cuenta sus contenidos, valoraciones y prospectivas de futuro.

Este libro es una síntesis histórica muy útil porque ofrece una visión profunda y global sobre la historia de la agricultura, la industria y el desarrollo económico en España durante los siglos XIX y XX. A ello se suma el análisis de la crisis económica actual que, según el autor, no tiene visos de recuperación. No en vano –añado-, cuando escribimos estas páginas, el Banco de España prevé una lenta recuperación económica en España, y sitúa el crecimiento del PIB español en el 0’8% para 2011, sin esperar que la tasa de paro baje hasta el año 2012 (31-III-2011). (Ahora bien, cuando llegue el momento, veremos). Así pues, este libro responde a los cambios de la edad contemporánea, mantiene la idea de la Revolución Industrial, y se fija en el presente con una prospectiva hacia el futuro.

(Azucarera de Marcilla. Navarra. Inicio del s. XX)

EL MÉTODO. El método seguido en la elaboración de los contenidos procede de lo deductivo a lo inductivo. También es en la ordenada exposición donde se refleja el afán metodológico y clarificador –por otra parte muy pedagógico- del autor, que el público puede apreciar inmediatamente en la contraportada, el índice y la introducción del libro.

Hoy día se echan en falta libros de síntesis histórica (vinculados siempre a pormenorizados análisis) que abarquen un tema completo como el económico, e incluso que conecten con los problemas de la actualidad. En este sentido, esta publicación es muy útil para el universitario, el profesorado de enseñanzas medias, y el público en general.

Se aprecia fácilmente que este libro está redactado por un historiador de la economía y no por un economista -quizás éste haría una exposición más compleja por sus tecnicismos-, recogiendo no obstante el autor los saberes más significados de la ciencia económica así como sus escuelas.

El autor se dirige al público en general, pero también tiene un capítulo de especialización y de aportación más personal, como es el relativo a la industria azucarera, que según su criterio es uno de los orígenes de la revolución industrial. Aunque el libro tiene su complejidad debido a los abundantes datos cuantitativos, estos se reducen a lo fundamental a favor de una explicación y visión más amplia.

(Si la incipiente maquinaria agrícola se introdujo en Navarra a mediados del siglos XX, su desarrollo se debió al siglo XX de la mano de las Cajas Rurales)


(Bodega cooperativa San Sebastián, en Sangüesa, Navarra. El movimiento cooperativista navarro está unido a los plantamientos y actuaciones de reforma social de carácter católico desde fines del siglo XIX)


LAS FUENTES. Muchas veces las fuentes utilizadas son bibliográficas, pero también lo son noticias actuales de prensa. Las notas se sitúan al final de cada capítulo, y la bibliografía al final del libro. Esta última tiene un carácter general, relativamente especializado y, aunque sean referencias de interés, tiende a reducir el número de títulos posibles.

LA CRONOLOGÍA. El libro abarca cronológicamente de 1882 a 2009, y destaca como fases más importantes del desarrollo las de 1899 a 1930, y de 1954 a 1974. Entre 1882 a 1959 la política económica oscilaba entre una agricultura liberalizada y de exportación por un lado, y el proteccionismo por otro. Tras 1959 se optará definitivamente por la liberalización económica, manteniéndose no obstante la colaboración del Estado a favor de la iniciativa social. A partir de 1975, el vaivén entre la crisis a la prosperidad, que refleja los llamados ciclos cortos, sería el siguiente: crisis de 1975 a 1985, prosperidad de 1986 a 1992, recesión de 1993 a 1996, crecimiento de 1997 a 2007 (inmobiliario, automoción y turismo) y crisis a partir de 2008 sin visos de recuperación, pues afecta a los tres subsectores señalados.

(Mina al aire libre de magnesita, valle de Esteribar, al Norte de Navarra. Dentro de muy poco va a ser cerrada y se abrirá otra mina en las proximidades)

LOS CONTENIDOS.La exposición de los contenidos se realiza en siete capítulos de una extensión desigual, siendo los más prolijos los que analizan las bases del proceso de desarrollo español (p. 81-183), el sector remolachero-azucarero (p. 327-453), y la evolución de la industrialización española (p. 459-599).

El pórtico del libro es un ensayo sobre los diferentes postulados y teorías relativas al desarrollo económico, y un pronóstico de futuro elaborado con datos actuales. El capítulo II analiza, desde la perspectiva de la geografía económica y abarcando un período muy largo de tiempo hasta la actualidad, las bases del desarrollo económico de España, es decir, el factor tierra: los recursos naturales y las fuentes de energía, aunque también incluye las telecomunicaciones que corresponderían al factor capital. Para analizar el factor humano (cap. III) se valora dicho factor como concepto, se identifica las diferentes posturas de los teóricos y tecnólogos preindustriales y de la posterior industrialización (los sistemas económicos), se contempla la evolución de la educación como origen del capital humano, hoy a la baja, la actual sociedad de consumo que ha caído en un peligroso consumismo, la gran novedad de la emigración actual, y los actuales cambios sobre el concepto de trabajo y empresariado. El capítulo IV, relativo al marco institucional, también ofrece una visión global, y traza las líneas básicas en un amplio espacio de tiempo, relativas a la función del sector público en la economía. Así, el autor sintetiza dos siglos de desarrollo legislativo-laboral, el Estado del Bienestar, las funciones económicas del Estado, la Hacienda Pública, los aranceles y relaciones comerciales, las entidades financieras, y la reserva de oro. Hasta aquí el libro no aporta novedades significativas aunque sea de sumo interés.

Sin embargo, pasemos a los dos capítulos siguientes que abarcan la mitad del libro. Así, más importante por su novedad y extensión es el capítulo relativo al sector remolachero-azucarero: su evolución y paulatinas transformaciones, la producción y distribución del producto, los aspectos laborales y el futuro (p. 327-458). El autor se refiere en él a sus diferentes trabajos y libros publicados pocos años antes. Las tres cuestiones clave serían los períodos de transformaciones rurales, la casi permanente política proteccionista, y las transformaciones agrarias en función del impulso dado a la exportación.

Asentado el análisis del resurgir del campo y de la industria azucarera, el capítulo VI (el más extenso y que da título al libro, p. 459-605) analiza cronológicamente, y según Regiones españolas, las distintas fases del desarrollo industrial vinculado a los medios de transporte hasta la actualidad. En él se incluyen casos Matesa y Rumasa, la cuestión de Endesa, y la actual recesión económica. Por último, ya que cada capítulo finaliza con una específica mención a la crisis actual, el capítulo final se refiere exclusivamente a dicha crisis, que tanto inquieta al lector. Simultáneamente desarrolla la actual crisis de valores y educativa, la decadencia de los sectores líderes (turismo, construcción y automoción -pero también la industria azucarera tan unida a la historia de este libro divulgativo-), y las posibles soluciones.

Según el autor, en España el factor humano y el marco institucional son los dos ejes transversales que sirven de referencia de valores universales e intemporales y explican la Revolución industrial española. En el desarrollo de la sociedad española, los activos más importantes para el crecimiento económico serían los recursos humanos y la tecnología.

(Fundiciones al N.O. de Navarra, en Vera de Bidasoa, una de las Cinco Villas de la Montaña)

(Fábrica auxiliar de coches. Pamplona)



LA TESIS. La contraportada identifica claramente el propósito, carácter y naturaleza del libro, así como la conclusión del autor. Menciona las diferentes tesis sobre los orígenes del desarrollo agrario y la industrialización en España, decantándose por aquella que defiende la revalorización de las actividades agrarias como estímulo y agente del proceso industrializador español. Así, las actividades agrarias no sólo no lastraron la industrialización en España, sino que precisamente su despertar fue lo que impulsó ésta última. Concretamente, el nacimiento del sector remolachero-azucarero hasta 1882, transformó la agricultura propia de la trilogía mediterránea (trigo, vid, olivo) en una actividad agraria intensiva y comercializada a la moderna. Este despegar agrario, más la exportación minera, fueron las actividades que, según el autor, pusieron los cimientos para la próxima industrialización.

En la significativa contraportada del libro, el autor dice así:

“La presente obra trata de responder al vacío historiográfico que hay sobre la industrialización en España, en sus coordenadas básicas y en los períodos clave de nuestro pasado histórico. El enfoque del trabajo se dirige a la industria, pero contextualizando el desarrollo económico con el sector primario (esencialmente agrícola) y el terciario (principalmente con el turismo), y con una triple dimensión en el tiempo (pasado, presente y futuro). En la dicotomía y debate de los historiadores españoles entre partidarios de la interpretación de que no fue posible la industrialización en el siglo XIX (que son mayoritarios), porque la agricultura atrasada lastraba la modernización de las estructuras económicas, mientras que otros historiadores (una minoría) han revalorizado el papel de las actividades agrarias; en cuya disyuntiva nos decantamos por estos últimos, al mismo tiempo que nuestra aportación historiográfica es original e inédita y va más lejos en la revalorización de la agricultura, estimando, a la vez, el proceso de la industrialización que consideramos fundamental en nuestro desarrollo. Resaltamos los recursos humanos porque fueron activos esenciales en el transcurso de las fases de la Revolución Industrial en España, es decir, el factor humano como eje principal. También apelamos al ensayo y la prospección, inicialmente respaldados por la ciencia histórica, para esbozar una modesta colaboración que contribuya a conseguir la recuperación económica. En definitiva, este es un trabajo fundamentado en una doble vertiente: historiográfica y de finalidad pedagógica”.

(Puente "Sancho el Mayor", sobre el río Ebro (1975). Navarra. Es el primer puente de España atirantado desde un solo lado. Fue construido por los ingenieron Javier Manterola Armisén y Leonardo Fernández Troyano)

LA CRISIS ACTUAL. En otras entradas recientes de este blog se hace eco de la actual crisis económica, que pudiera paralizar la vocación de cualquier investigador del pasado histórico. Pues bien, la crisis no ha paralizado a Gracia Guillén, aunque su trabajo estuviese redactado antes del inicio de la crisis financiera en 2008. En buena medida, la crisis se agudiza en España debido a la concreta orientación de la economía española durante los últimos 30 años, confirmada en el preocupante subtítulo de este libro: “El declive de la estructura económica actual”. Como este libro de historia económica pretende ofrecer un mensaje completo (pasado y prospección en el presente, ciencia y algunas aportaciones de ensayo), y tiene un carácter práctico por indicar el origen de los problemas de hoy, el autor resalta el agotamiento del modelo económico por el que se ha apostado, basado en el boom inmobiliario y la dependencia energética exterior.

EL AUTOR. Según la breve biografía recogida en este libro, su autor ha conjugado el trabajo de la docencia en la cátedra de Enseñanzas Medias con el de la investigación monográfica. Graduado como doctor en Historia, ha investigado incansablemente por amor al conocimiento histórico, por amor a la verdad misma sin concesiones oportunistas. Ha investigado sobre la Universidad de Huesca, diferentes aspectos demográficos, y sobre las industrias azucareras de Navarra y Aragón en los inicios de la revolución industrial en España. Por eso no nos extraña su dedicatoria, que dice: “A todos los que trabajan por la ciencia y la conciencia para avanzar hacia la verdad”.

Esta dedicatoria honra a su autor, quien sin duda ha hecho realidad la conveniencia de que todo docente desarrolle un afán investigador, y que las ilusiones, energías, capacidades y autorrealización –es decir, los efectos de una vocación- que todos llevamos dentro, tenga su correspondiente dedicación, y no sea estéril. Lo que se recibe gratis, se trabaja y se da gratis: esta es una de las grandezas del hombre. Amor a la verdad como base de la ciencia, y amor a la verdad como fundamento de la transmisión de los saberes desde la cátedra docente. Esto último a veces está en desuso si se lee con detenimiento algunos manuales escolares, editados –eso sí- con todo lujo de ilustraciones y aportes procedimentales, que expresan más una contrahistoria, esto es, el cambiazo de la Historia mediante el cambiazo de su conocimento.

Este libro de síntesis, que recoge un análisis interesantísimo sobre las azucareras como uno de los motores de la industrialización, muestra que el conocimiento histórico sí es útil. En efecto, desvelar el pasado ignoto e incluso corregir su percepción, anima al hombre de hoy a reconocer que hay salidas insospechadas a la profunda crisis actual de casi 5 millones de parados en España, y que siempre hay caminos nuevos que desbrozar. En efecto, el estudio del pasado debe desembocar, como servicio al público lector, en la actualidad con proyección de futuro, en este caso por vía de ciencia económica e incluso de ensayo económico.

Nuestro agradecimiento al autor por ofrecer a la sociedad de hoy sus conocimientos e investigaciones, su trabajo y precioso tiempo, su formación y apreciaciones efectuadas con mucho sentido común, su visión histórica de conjunto y su deseo de aportar posibles soluciones a la crisis global de hoy. Este es uno de los esfuerzos personales, empresas y libros que ansiábamos que saliesen a la luz, como dije en las primeras cartas de este blog. Este es un ejemplo que aparta mis dudas sobre el para qué estudiar el pasado en una sociedad sin presente y casi sin futuro, cuya situación parece que se la ha ganado a pulso. Si esto es lo peor, reconocerlo da luz y ánimo para salir de la crisis. De la crisis no nos sacarán “el sistema”, ni los Gobiernos…; de la crisis nos sacará la persona. Al menos este es mi criterio.

El libro es manejable, está muy bien impreso, las notas al final de cada capítulo son someras y no cansan la lectura, y la letra y maquetación son agradables al lector.

Agradezco al autor la ocasión para valorar positivamente su libro y por ofrecer su trabajo a nuestra sociedad y comunidad científica.

José Fermín Garralda Arizcun
Pamplona, 3 de abril de 2011


(El futuro será lo que nosotros queramos de él, con un "querer" de verdad. Fotografía: JFG).