viernes, 27 de febrero de 2015

La primera "Javierada" en la Navarra de 1940. Se cumple el 75º aniversario de las "Javieradas diocesanas" (1941-2015).

75 AÑOS de JAVIERADA DIOCESANA...
 y 76 AÑOS de JAVIERADA.



LA PRIMERA JAVIERADA: 10 de marzo de 1940

Bajo el signo de la hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz
y ante el hermoso castillo de Javier, don Carlos Vives Suriá,
simpatizante de la Hermandad de Caballeros,
en la Javierada de 2003. Siendo catalán de pura cepa,
no se perdía peregrinación alguna en Navarra. Foto:JFG2003
           La Javierada resuena en el mundo entero. No sólo se habla de los Sanfermines. Llamamos Javierada a la peregrinación a pie, masiva y religiosa de navarros, al castillo y cuna de San Francisco Javier, patrono de las Misiones y de las Indias. Y de Navarra. La Javierada es un hacerse a lo Javier. 
         Pues bien, este año celebramos el 75 aniversario de la Javierada diocesana y el Papa ha concedido a la Iglesia que peregrina en Navarra el Año Jubilar Javierano.
          Ahora bien; la Javierada como tal no nació en 1941 sino el 10 de marzo de 1940.  Es cierto que la marcha de 1940 no fue la primera peregrinación, pues hubo otras peregrinaciones en 1886, 1895, 1922 y el 12-III-1939. En esta última de 1939, popular, numerosa, y cuyos componentes utilizaron el tren El Irati, fue para pedir al santo patrón de Navarra “por la pronta y victoriosa terminación de nuestra cruzada (“Diario de Navarra”, 14-III-1939). Pero ninguna de ella se hizo “a pie”: la primera realizada a pie fue la de 1940.
          Así, fue la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz la que inició las Javieradas. Dicha Hermandad fue erigida por el obispo mons. Olaechea en el monasterio de Irache el 26-XII-1939.  Este lugar simbolizaba una Navarra firme en su tradición católica. La Hermandad es canónica, rinde sufragios por los navarros muertos por Dios y por España, se une espiritualmente a ellos, y busca la perfección y caridad cristiana de sus miembros.
          Que la Hermandad iniciase las Javieradas en la primera convocatoria de 1940 lo dicen los hechos, y el que fue su delegado capellán supremo, don José Manuel Pascual Hermoso de Mendoza (DdN 25-II-1990). Lo admite “Diario de Navarra”. Lo transmiten los historiadores José Miguel Arregui (1998), Andrés-Gallego (2003), Fortún (2010), Garralda (en dos publicaciones en 2012), Hualde (2014), Baleztena (2015), enciclopedias y hasta Wikipedia. Ahora lo transmitimos nosotros basados en el archivo histórico de la Hermandad que gentilmente nos ha dejado consultar. Lo testimonia por escrito José Ángel Zubiaur Alegre en noviembre de 2004, subprior de la Hermandad en 1939 y miembro suyo hasta fallecer recientemente en 2012.
          Don José Manuel Pascua, pater de la Hermandad desde su fundación,l afirma que la Hermandadnació para que no se perdiera el espíritu de los navarros después de la guerra”. Ya antes, al erigirla en Irache, mons. Olaechea  sacó a relucir el espíritu de Javier. “La Javierada fue una idea de don Marcelino Olaechea. Su nacimiento no se le puede atribuir a nadie más que a don Marcelino. Yo no era más que un ejecutor de la idea de don Marcelino”: así afirma el capellán de la Hermandad sobre la peregrinación de 1940. “En febrero de 1940 nos llamó (a la Hermandad) a palacio para hablarnos de Javier. Allí surgió la Javierada por idea de él. A don Marcelino no le gustaba el nombre de “Marcha a Javier”. Era más partidario del nombre de “Javierada”, porque el espíritu de ésta era distinto al de una marcha. El decía que era hacernos como Javier, no ir a Javier, era hacernos con el espíritu de Javier” (DdN, 25-II-1990). Esta es la clave. Fíjese el lector que esta convocatoria por el obispo asola la hermandad fue en 1940. 

 Fotografía en blanco y negro de la pintura al fresco del valenciano R. Stolz Viciano (1950)
en la cúpula del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada
(archivo de la HCVC)

          Hay dos relatos y coincidentes de la Javierada de 1940: el de su capellán (1990) y de Zubiaur (XI-2004). La Hermandad peregrinó andando el sábado día 9 de marzo y el domingo 10. Peregrinaron para cumplir la marcha que pensaron hacer y no pudieron el 3-XII-1939, para “dar gracias al apóstol bendito por haber salido incólumes de los lances de la guerra y para implorar su protección sobre España entera”. Así de sencillo. Zubiaur añade que “había que dar gracias a Dios y pedirle que en lo sucesivo librase a la Patria de caer en las mismas causas que produjeron la tragedia que nos había tocado vivir” en 1936 (carta, nov. 2004).
          Don Marcelino enfervorizó en la basílica de San Ignacio a las 7 de la tarde a la veintena de caballeros que salieron de Pamplona. En Noáin empezó a caer shirimiri y luego granizo y nieve. En Monreal estaban calados; aquí el cura les ofreció cobijo y una estufa, Cesáreo Sanz Orrio no pudo continuar por las ampollas regresando así a Pamplona, se unieron otros jóvenes, y tomaron el último bocado. Durante la noche andando hizo un tiempo “infernal”. El pater iba con paraguas y todo remangado como para jugar a pelota. Pasaron por Idocin, Loiti, venta de Judas, foz de Lumbier, ruinas romanas de Liédena, hasta la ciudad de Sangüesa sobre las 6 de la mañana. Ahí se unieron diferentes grupos; el más numeroso de Tafalla con unos 40, dirigido por Florencio Aoiz (“el templao”), de Tudela dirigidos por Román Añón  etc. Ya el viernes día 8 habían llegado peregrinos a pie desde Monreal y Villava.
          En el camino, ayuno eucarístico (desde las doce de la noche), rosarios, anécdotas, cantos y cansancio. Tras un descanso en Sangüesa se continuó la caminata mañanera a Javier. Era el 10 de marzo, fiesta de los Mártires de la Tradición. Todo eran cuestas. Los peregrinos entraron en el pueblo de Javier (en la explanada de hoy) con sus capotes, su cruz y bandera. El pater se quedó en Sagüesa porque tenía los pies muy hinchados; ahí celebró la Santa Misa, pues –es otra clave-  “sabía que el obispo la iba a celebrar en Javier y después me llevaron en coche. Yo esperé al grupo en Javier. Nos reunimos en el frontón, que se llenó. Estaríamos unos 200 o 300 (DdN, 25-II-1990). 


Fotografía de los Caballeros Voluntarios de la Cruz en su primera Javierada de 1940. Asistieron a la Santa Misa celebrada por el obispo mons. Marcelino Olaechea Loizaga en el frontón del colegio de los PP. Jesuitas el 10 de marzo de 1940. En la presidencia, de izda. a drcha. figuran: Narciso Ripa Obanos (prior, maestro nacional en Lumbier, había sido oficial de requetés y luego será inspector de Educación), don José Manuel Pascual Hermoso de Mendoza (capellán), otro caballero, Luis Martínez Erro (2ª plano), José María González de Echávarri (con gafas, era médico) y  Juan Villanueva Unzu (archivo HCVC). 

          “El pueblo (de Javier) era pobre. No había hospedería. El santo nos recibió con los brazos abiertos, como está en la imagen. Por su mediación dimos gracias a Dios por las gracias recibidas en la guerra y por la paz. Y terminamos con la petición de nuestro via-crucis: “Recoge también Señor las almas de los que murieron por tu Fe, que no es fenecer sino mudar”. Así empezó lo que se llama “Javierada” (Zubiaur). Con este cimiento, para el 8-9-III-1941 el obispo convocó la Javierada diocesana (se diferenció de la Javierada de 1940 en que en 1941 el obispo convocó a toda la Diócesis sobre el exitoso sustrato del año anterior) señalando como organizadores a la Hermandad de Caballeros y a la Sección Masculina de Acción Católica (DdN, 3-III-1990).


Peregrinos a Javier para hacerse con el espíritu de Javier. Miembros de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz con mons. Olaechea en 1940, posan en el pueblo de Javier -ubicado junto a su castillo- donde hoy se encuentra la explanada. El pueblo católico, la Navarra de siempre, los jóvenes al servicio de la sociedad concreta fundada en unas realidades positivas, realidades convertidas -cuando son agredidas o puestas en entredicho- en grandes ideales, mira a Javier como a su hermano mayor. 


          Este Año Jubilar Javierano de 2015, la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz peregrina andando a Javier, con el mismo espíritu que sus mayores, que le impulsa hacia el siglo XXI a lo Javier. La Hermandad no languidece en 2015; es pequeña, pero es. Ante la persecución que sufre hoy de aquellos políticos enemigos de su espíritu, con mayoría en el Parlamento de Navarra, quien esto escribe apelaría a los católicos navarros.

          Fuentes primarias y bibliográficas: además de la prensa mencionada y la bibliografía anunciada de diversos autores, el archivo histórico de la HCVC. 

José Fermín Garralda 
Doctor en Historia
27-febrero-2015
Publicado, salvo algunas precisiones, en "Siempre P'alante" nº 735 (1-III-2015)

Una de las Javieradas de primera época. 

P.D. Conocemos la tremenda metedura de pata y el totalitarismo que, a comienzos de este mes, nada más y nada menos que el Parlamento de Navarra protagonizó, con su voto mayoritario, contra la Hermandad que hemos estudiado. Estamos ante un Goliath frente al pequeño resto de Israel de 30 caballeros que forman la Hermandad más sus simpatizantes. En realidad, todo fueron excusas por parte de los políticos del Parlamento, para mostrar que algo más de la mitad de los escaños -otra cosa es el pueblo navarro- repugna el espíritu de los navarros en el conflicto y la Cruzada defensiva de 1936-39. Si allá están aquellos hechos, desde hace algún tiempo hasta hoy algunos se afanan por sembrar división con mentiras, resquemores y hasta odio al respecto. Da la impresión que tales ambicionan machacar todo lo que no sea suyo. Pues bien; les podrá gustar o no el espíritu defensivo y heroico -religioso y patriótico- de una gran parte de los navarros 1936, podrán rechazarlo de hecho si lo desean, pero la IIIª República que dicen anhelar es para ellos un pretexto para vengarse del espíritu y las personas que vencieron con esfuerzos y gracias mil al marxismo y a la persecución religiosa, y para justificarse con subterfugios y mentiras
Si se ha corrompido mucho en Navarra durante décadas (prensa ideológica, poco informativa y tendenciosa, declaraciones de políticos con ideas preconcebidas que crean ambiente, ruedas de prensa y concentraciones callejeras, y, lo que es peor, utilización de las escuelas e institutos, materiales escolares -videos, manuales, folletos, temarios de selectividad- charlas, arengas...), para algunos políticos -poco o nada preparados para resolver nuestros grandes problemas reales- sólo existe aquello de lo que quieren hablar, ningunean a los demás, utilizan el insulto y la calumnia, y se entrometen en todo con una enorme desfachatez y totalitarismo. Es la cultura y ciencia reducida a política, y la política reducida a ideología. Eso sí, parece que se desea que los bolsillos de quienes eso hacen estén llenos, y que el contribuyente aguante toda vez que los políticos no se saben resolver la crisis en la que le han metido. El autor.