martes, 7 de julio de 2015

VIVA SAN FERMÍN. 7 de julio de 2015

CRÓNICA

QUE EL MUNDO ESTÁ MUY REVUELTO nadie lo duda. Es la crisis global y globalizada. Que la crisis material y sobre todo espiritual es tremenda, pocos habrá que lo nieguen. Incluso aquí, en la vieja Pamplona e Iruña. En la misma calle salta la crisis a la vista: véanse las formas de vestir y estar, los carteles que anuncian la inmoralidad, ciertas  formas de celebración... Incluso ha entrado cierta moda en algunos sectores de apostatar, es decir, de borrarse del libro del bautismo que se custodia en las parroquias. Luego querrán ser felices... aunque también es cierto que a cualquier cosa le llaman ser feliz. De tejas abajo la casa está hoy hecha un asco porque nos olvidamos del ámbito que hay de tejas arriba, pues no hay abajo sin arriba. 

A lo que vamos. Me han impresionado las palabras de mons. Francisco Pérez González, sucesor de San Fermín, cuando el tema central de su homilía el día de fiesta de San Fermín del 7 de julio ha sido el martirio. En Pamplona distinguimos muy bien la celebración de San Fermín de Julio, unida a la feria y festejos que había en la ciudad, de la fiesta propiamente litúrgica del santo copatrón de Navarra que celebramos el 25 de septiembre y que lleva por nombre la fiesta del martirologio de San Fermín. 

Tengo el atrevimiento de sintetizar las palabras de nuestro obispo, aunque es posible que mañana salgan en la prensa más vendida de Navarra -y no en cierta prensa sectaria e ideológica- o bien en la revista diocesana "La Verdad". 

La capilla de San Fermín estaba llena de fieles, como la iglesia contigua de San Lorenzo. Una señora, llamada Margarita, vino desde Echarri Aranaz a Pamplona a celebrar al santo a sus ochenta años, con su enfermedad y desde luego sola. Utilizó el autobús. Llegó a las nueva de la mañana, cogió sitio, y esperó hasta la Santa Misa de las doce. Tras la celebración, de vuelta a un pueblo que ha atravesado su propia Pasión con los no pocos fieles y los que llegan a una ideología alejada de Dios.  

El sucesor de San Fermín vino a decir lo siguiente en su homilía

Introducción. Después del Concilio de Trento celebrado en el s. XVI, las procesiones han tenido y tienen una gran importancia. Concretamente, en nuestra procesión veneramos a San Fermín. La procesión no es un acto cultural sino de Fé católica. Yo os pido: no perdáis la Fe. Sabemos que San Fermín murió mártir porque entregó su vida por la Fe. Se oyó cantar la jota que hace a San Fermín llorar: que el Señor acoja en su seno a todos los fallecidos durante este año. 

Quién es San Fermín. Dice la Escritura que "El Señor me ha ungido y enviado para anunciar la Buena Nueva". San Fermín fue hijo de una importante familia de Pamplona del siglo III, y tras convertirse la familia a la Fe será obispo en Amiens (Francia), para sufrir el martirio por defender la Fe y la moral en momentos de una fuerte apostasía. 

Dar testimonio de Cristo. Siguiendo al Santo padre Francisco, diré que la Paz no se habla, la Paz se hace más que se predica; la Paz se construye con hechos. Esta Paz nos hace sentirnos Hijos de Dios. Así lo hizo San Fermín. Y murió para vivir en Paz y no con odio. Se nos apremia a extender la Verdad por todas partes, como hizo Jesús. Los primeros mártires dieron testimonio de lo que habían vivido. Vosotros ois herederos del coraje de nuestro patrón, participado de nuestros antepasados. De este ambiente espiritual nació San Francisco Javier. Las raíces pamplonicas y navarras son cristianas. Ahí tenemos a santos como San Francisco Javier y Santa María Vicenta Vicuña entre otros santos. Hoy existen muchos misioneros por el mundo que se han puesto al cuello el pañuelico rojo y que sienten no estar donde nosotros estamos. Muchos misioneros navarros están dejando su vida por predicar el Evangelio con las obras, con la Palabra y con el agua del Bautismo.Son constructores de Paz. Extender la Verdad, no os dejéis llevar por el pesimismo. Dios ha bendecido esta tierra navarra con los misioneros. Os ayudan virtudes transmitidas con esmero como la nobleza, la alegría, el esfuerzo y el trabajo por amor. 

El Norte de nuestra vida. Ninguna ideología podrá nunca superar la Ley de Dios. Es preciso respetar y cumplir los Diez mandamientos. La vida es corta; no nos hagamos ilusiones. Pongamos por delante el amor a Dios y al prójimo y no nuestros intereses. Llevamos el pañuelico rojo por la sangre de San Fermín. Muchos hermanos nuestros son perseguidos por no perder su Fe. Ello contrasta vivamente con lo que ocurre en el Occcidente, donde hasta molesta pronunciar el nombre de Dios. Los cristianos de Oriente no apostatan. Fieles en lo mucho y en lo aparentemente poco, los cristianos también son fuertes para sacar adelante a su familia: son santos en lo cotidiano, como padres y madres, como hermanos, como cuidadanos. También sabemos que el Señor no nos prueba más de lo que podemos soportar, y que él es nuestra fuerza.

Un signo para estos días. Seamos solidarios en estas fiestas con los que se encuentran tristes, solos y abandonados. Un buen fruto de la cultura de la vida es que nadie esté excluido. Por eso, que la fiesta no vaya sin Dios. Que la fiesta no caiga es un frenesí egoista e inhumano. 

Que Santa María nos alcance la Fe y nos conceda la alegría. Que el Señor nos lleve de su mano y no desfallezcamos. El Señor nos dará la Paz: "Mi Paz os dejo, Mi paz os doy". 

En la despedida, el arzobispo don Francisco Pérez nos dio felicidades, transmitió ánimo, nos impulsó adelante, transmitió ilusión y pidió entrega de uno mismo. 

Secuencias de una celebración, "famosa en el mundo entero y parte del extranjero" (dicho popular de los pamplonicas)


La imagen del Santo sale de la puerta de la parroquia de San Lorenzo.
Ahora se le suma el cabildo de la catedral, el señor arzobispo y su obispo auxiliar, y
la corporación municipal presidida por el señor alcalde.  Llega la comparsa
de gigantes, kilikis y cabezudos para gozo de los pequeños y cuidado de los grandes. Foto:JFG2015
La efigie que representa a San Fermín con el capote rojo, signo de martirio, desfila
ante la multitud emocionada. Cada cuál hace en silencio su plegaria más personal.

Foto:JFG2015

Es una delicia ver bailar a los gigantes y dar vueltas y más vueltas.
Foto:JFG2015
Realizado el trayecto por buena parte del Casco Viejo, la
procesión regresa a la capilla del Santo patrón. Desfilan las cruces parroquiales
y los estandartes de diferentes Hermandades (de la Pasión, los Labradores, San José etc.).

Foto:JFG2015


Celebrada la Santa Misa con predicación por el señor arzobispo,
en presencia de la Corporación municipal y el alcalde entrante, y
con presencia también de la presidenta del Gobierno de Navarra doña Yolanda Barcina,
el Cabildo, el arzobispo y la corporación municipal regresarán a sus
puntos de partida: muy educadamente y conforme al
protocolo mantenido desde hace siglos, la Corporación acompañará al Cabildo a la catedral para luego
regresar ella a la casa consistorial.
En la imagen las cruces parroquiales por delante de la parroquia de San Cernin
o San Saturnino, el santo que bautizó a la familia del senador Firmo y su esposa
Eugenia, padre de Fermín, Fausto y Eusebia. 
Foto:JFG2015

Los elegantes maceros de la N.N, M.L. y M.H. Ciudad de Pamplona.
El calor sofocante afecta a los maceros, los timbaleros, los guardias de honor
y la Banda municipal.  También a los dantzaris que hicieron un hermoso baile donde
el pocico de San Saturnino. 
Foto:JFG2015
La masificación propia del día 7, con sus millares de visitantes, y, al fondo, la
comitiva de la procesión de vuelta por la Calle Curia hasta la catedral.
La costumbre nos hace a veces puñeteros, pues la muchedumbre
deja a la comitiva un estrecho pasillo para ascender con dificultad y cansancio
la empinada cuesta de la calle Curia,de denominación gremial. No pocas veces
en ese momento se asiste al bochornoso espectáculo de escuchar insultos
hacia el señor Obispo de Pamplona por parte de los anticlericales. Y esos
querrán celebrar las fiestas de San Fermín. Sin comentarios. Alguna pluma
ocultará este miserable hecho, pero es hora de decirlo alto: hay persecución religiosa contra
los católicos y la Iglesia en su jerarquía.
  Foto:JFG2015

La efigie del Santo patrón se dirige a su capilla,
de donde sólo sale una vez al año. En su pecho se
encuentra el relicario con las reliquias de San Fermín.
Fermín fue sacerdote, obispo y misionero, pues una vez que de Pamplona viaje a
Toulouse y vuelva a su ciudad natal, marchará a Agen, Clermont-Ferrand, Angers, Beauvais (al
Norte de París) y Amiens. Allí fue martirizado.
¿Quién dice que sólo se mueve el hombre del s. XXI?

Foto:JFG2015
En Saint-Acheul, arrabales de Amiens, murió mártir el obispol Fermín. Ahí se encontró una lápida o inscripción con el nombre de FIRMINUS M. Ninguna Iglesia de Francia quiso apropiarse de un hijo tan ilustre, y es llamativo que los franceses que crearon cierta leyenda (todas las leyendas por mucho que fantaseen  tienen una base en la realidad) pensaron en la remotísima Pamplona como lugar de nacimiento del santo. Ello no quita para que la existencia del patrono San Fermín no se halle documentalmente demostrada. 

Los gozos redactados para la novena a San Fermín de Aldapa del corazonista Marcos Domínguez en 1799 terminan así:

Eres nuestro honor y gloria,
Eres nuestro bello ornato,
Como nuestro jefe nato
Nos llevas a la victoria;
Peleamos sin recelo
Junto a nuestro general,
Ruega, Fermín, desde el cielo,
Por Navarra en especial.

Bibliografía:
ARRAIZA, Jesús, San Fermín patrono, Pamplona, Ayuntamiento de Pamplona, 1989, col. breve "Temas Pamploneses" nº 13, 123 pp. más las bilingues en vascuence (o euskera). Jesús Arraiza fue canónigo de la M.I. catedral de Pamplona. Le recordamos con afecto desde niño en la parroquia de Cristo Rey, con su potente voz en sus homilías y canto. Otros autores se ocupan del copatrono de Navarra como Goñi Gaztambide, Ricardo García Villoslada etc. No obstamte, otros autores antiguos como José Moret, Gregorio de Argaiz, Maceda... no son creíbles porque fantasean al no apoyarse en una base documental. 


Pamplona, 7-VII-2015
José Fermín Garralda Arizcun
Dr. en Historia

Fotografía: el autor 2015