jueves, 18 de diciembre de 2025

Asesinato del pequeño Lucca

 Apiádate

Incluimos esta Nota porque creemos que todos debemos estar sobrecogidos, también allá donde se busca cultivar el conocimiento histórico, en nuestro caso desde España hasta América. Este angustioso caso, ¡se repite de tantas maneras...!


¡Señor apiádate de todos nosotros! Apiádate desde el último mono entre nosotros hasta los presidentes y el rey galante de un a modo de Infierno en que estamos convirtiendo España, con todo lo malo para unos y recio Purgatorio para otros. 

Prensa e instituciones clamarán por este dramático hecho, pero sepamos todos que estamos recogiendo lo sembrado. España se está convirtiendo en el hampa de la corrupción. Habrá en ella mucha gente buena -muchísima más la había ayer cuando era tierra de María-, pero hoy impera desde lo mediocre y la tibieza hasta la maldad más manifiesta.

¡Señor apiádate de todos nosotros! Es la jaculatoria y lo único que me sale del alma ante el relato que recogemos de SOMATEMPS, relativo al maltrato, violación y reciente asesinato del pequeñín Lucca, de cuatro años, venezolano en Almería.

Dejamos el enlace de SOMATEMPS. Sin embargo, tomamos el primer párrafo del relato, para que nuestros amigos sigan leyendo esta historia reciente de un inmenso dolor. Y para saber que España es el hampa del asesinato, el robo y la mentira. Satanás odia a España, pero es un miserable vencido. Lucca ha pasado su Calvario -como todos los niños abortados y que están corrompiendo con la "ley" en la mano- y sin duda gozará de su Padre Dios, que a no más tardar dará a cada uno según sus obras.

https://somatemps.me/2025/12/18/malditos-sean/

Todos conocían el desamparo e indefensión, el calvario  del pequeño Lucca, asesinado en Garrucha (Almería), hace poco más de una semana. Nadie hizo nada. Martirizado, abusado sexualmente, golpeado hasta morir… La madre observó la agonía de su hijo durante tres horas y no hizo nada, esperó hasta verlo expirar y entonces sí, entonces hizo algo: en compañía del asesino, su pareja, trasladaron a la criatura a un búnker en la playa y dejaron allí el cadáver para que alguien lo encontrase; y entre la monstrua y el monstruo tramaron una coartada de llamadas y mensajes telefónicos. Fin de la historia. Fin del pequeño Lucca.

Fermín de Musquilda

Tomado de elirrintzi.blogspot.com


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