sábado, 20 de abril de 2019

Semana Santa en Pamplona. El arte al servicio de la piedad popular

EL DRAMA DE JESÚS
Procesión del Santo Entierro en Pamplona

Uno de los muchos jóvenes que participan en la procesión,
rejuveneciendo, esa bonita edad y los niños,
el plantel que permite potenciar la devoción de los
pamploneses en Semana Santa. ¡Gracias!
La Piedad mueve el turismo religioso, como es el de Semana Santa. En Pamplona hay mucho que conocer y saborear. Hay mucho arte popular que descubrir. Es tal que se nos aproxima en silencio -al fiel, al peregrino y visitante- en las calles del Casco Viejo. Este año parece que la Pamplonesa se ha esmerado más si cabe para acompañar la devoción recia y silenciosa de los pamploneses.

El Camino de Santiago mueve el turismo religioso y monumental, así como el  cultural y hasta deportivo. Venir el Reino milenario de Navarra supone querer volver, según reza el eslogan.

Esta procesión de Semana Santa, llamada del Santo Entierro, reune a todas las antiguas cofradías y hermandades que había en Pamplona para la veneración y culto de los misterios de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Nos referimos a las hermandades de la Oración en el Huerto de los Olivos, la del Cristo Alzado, y la del Santo Sepulcro. Todas ellas se refundieron en la Hermandad de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo por decisión de sus comisionados tomada el 28-X-1885, a excepción de la Hermandad de los Labradores por ser ajena a los misterios de la Pasión, y de la Soledad-Veracruz por ser de patronato municipal. Las Constituciones de esta Hermandad de la Pasión fueron aprobadas el 20-III-1887. Paulatinamente la Hermandad fue adquiriendo nuevos Pasos y sustituyendo los que tenía hasta entonces.

La Hermandad de la Pasión es muy activa. Cada año asistimos a nuevas mejoras. Los hermanos de a pie estamos en buenas manos. Pero la Hermandad, además de sus actividades de Piedad y culturales durante el año, se ocupa de otros actos y procesiones relativas a los misterios dolorosos.

Nos referimos al traslado del Cristo Alzado desde la calle Dormitalería a la S.I. Catedral, el Vía Crucis con el Cristo Alzado en la Catedral, el traslado de la Dolorosa desde la parroquia de San Lorenzo a la misma Catedral, del Septenario de la Dolorosa en la Santa Iglesia, la procesión de Domingo de Ramos desde la Plaza de Santa María la Real a la Catedral de Pamplona, diferentes Via Crucis, Visitas a los Pasos y veneración del Lignum Crucis en la Sede de la Hermandad, el Acto procesional y de oración de Jueves Santo, el Sermón de las Siete Palabras el Viernes Santo en la Santa Iglesia, la Procesión del Santo Entierro recorriendo todo el Casco Viejo de la antigua ciudad, el Retorno de la Dolorosa a San Lorenzo, y la procesión del Resucitado el domingo de Resurrección.

Este año la Hermandad celebra los cien años del Paso de La Última Cena. Su autor fue José Ríus y se recibió en 1919.

Este Paso es el más pesado con 2.110 kilogramos. Actúa sobre ruedas, empujado y dirigido por doce mozorros, tantos como discípulos del Señor. Su altura es de 3.60 metros, tiene 2.30 m. de ancho y 4, 10 de largo. Fue sufragado por suscripción popular, y ha sido recientemente restaurado.

La Última Cena siempre tuvo una difícil composición. Aquí, Jesús está en el centro, y a ambos lados se colocan los discípulos. "En cada uno de los cuatro lados de la mesa aparecen dos figuras agrupadas, unos sentados y otros de pie. En tres de las esquinas de la mesa se encuentan tres apóstoles, dos de ellos levantados, y el último, Judas, sentado" (Mª Carmen Valdés, 1987). Nosotros apreciamos al Señor en el centro junto a Juan a su derecha, a Pedro y otro discípulo colocados a su izquierda, y a los demás en grupos de a dos, quedando Judas arrinconado con su bolsa. Las posturas y los rostros están poco comprometidos.

Última Cena, José Ríus, 1919

Este Paso de La Última Cena gusta mucho al público por su monumentalidad, la gran cantidad de personajes y el suave plegado del ropaje. Su autor José Ríus no tiene una factura excepcional, pero otorga a sus imágenes una cercanía y sencillez muy del gusto público. También es una buena muestra de cómo los Pasos procesionales se diseñan para ser vistos desde la calle y desde todos los puntos de vista. Por eso, las numerosas figuras de este Paso debieran tener una gran variedad de posturas y gestos de los que carece, los brazos y manos debieran hablar por sí solos, y los rostros debieran ser más expresivos. El rostro sereno, amigo y conversador del Señor está acompañado por los rostros ensimismados y pensativos de los once, quedando Judas apartado y recogido en su avaricia y vergüenza. No obstante, según el dr. Quintanilla, el Paso "adolece de un cierto desorden compositivo, una cierta frialdad en el tratamiento de las superficies y una falta de verosmilitud en las expresiones, con excepción de Judas, que muestra su temor tras su mala acción" ("Mozorro" nº 35, marzo 2'19, p. 14-15)

Entrada de Jesús en Jerusalén, del pamplonés Ramón Arcaya, 1925

Oración del Huerto, José Ríus, 1918.
Las figuras que más destacan, expresando una gran dulzura, son el ángel y la de Jesús. 





Prendimiento, José Ríus, 1915



Flagelación, Jacinto Higueras, 1946



"Ecce Homo", Mariano Benlliure, 1946

Cruz a Cuestas, José Ríus, 1923. Este año el Paso de La Cruz a Cuestas ha recibido un importante trabajo de mantenimiento ("Mozorro", nº 35, III-2019, p. 7)



Caída del Señor, Manuel Caciedo.
Siendo el más moderno, se dice que es el Paso más logrado de las procesiones pamplonesas. 





Cristo Alzado, Fructuoso Orduna, 1932, el plena IIª República.
Lo sufragó un hermano, que he oído era M.Mª Z



Cristo de Ancheta, renacentista, 1577. Se encuentra en la catedral de Pamplona. Es la obra más perfecta que se conserva en Pamplona, junto al Cristo de Cano, barroco, que está en la capilla penitencial del convento de los PP. Capuchinos intramuros de dicha ciudad. 

Descendimiento, Miguel Castellanas Escolás, 1906. Se inspira en El Descendimiento de Rubens

Sepulcro, Agapito Vallmitjana, 1885. Es el Paso con mayor calidad artística. 









Dolorosa, Rosendo Nobas y Balbé, 1883.
Pertenece al Ayuntamiento. Su manto fue bordado por las Madres Adoratrices de Pamplona y se estrenó en 1960. Es el Paso más antiguo.
Es una imagen "de vestir" porque se talla solamente la cara y las manos.
Su expresión enamora a quien la contempla.
Es el Paso más querido de muchos pamploneses. El acompañamiento de la Dolorosa en procesión por las calles del viejo pamplona es siempre multitudinario.



Para los interesados, recordamos que la fiesta de la Hermandad es a finales de enero. En ese día se celebra su fundación ocurrida el 18-I-1887.




José Fermín Garralda Arizcun
20-IV-2019

Aparato gráfico: todas las imágenes son del autor y de 2019, y para su toma ha sido más importante la ocasión que el resultado. Por eso no han sido sustituidas por otas de mejor calidad. 

Fuentes: VV.AA., 1887-1987. Centenario Hermandad de la Pasión del Señor, Pamplona, CAN, 1987, p. 165














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