domingo, 3 de abril de 2011

DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL A LA CRISIS ACTUAL EN ESPAÑA

RECENSIÓN A UN NUEVO LIBRO DE HISTORIA

GRACIA GUILLÉN, José Antonio, Las claves de la Revolución industrial en España. El declive de la estructura económica actual, Madrid, Ed. Cultiva Comunicación, 1ª ed., 2010, 679 pp. , Idioma: español. Col. Autor nº 83. 235 x 160 mm. 20 Euros Contacto: info@cultivalibros.com

(Observación: El aparato gráfico lo ceñimos a Navarra para así concentrar la imagen)

(Fotografía: JFG)

NADA MÁS POR SU PUBLICACIÓN, debido al actual tendencia a la baja de la producción editorial (en Navarra la tirada de ejemplares se derrumba, DdN 30-III-2011)), este libro ya es un éxito, del que nos alegramos. Pero sobre todo lo es si tenemos en cuenta sus contenidos, valoraciones y prospectivas de futuro.

Este libro es una síntesis histórica muy útil porque ofrece una visión profunda y global sobre la historia de la agricultura, la industria y el desarrollo económico en España durante los siglos XIX y XX. A ello se suma el análisis de la crisis económica actual que, según el autor, no tiene visos de recuperación. No en vano –añado-, cuando escribimos estas páginas, el Banco de España prevé una lenta recuperación económica en España, y sitúa el crecimiento del PIB español en el 0’8% para 2011, sin esperar que la tasa de paro baje hasta el año 2012 (31-III-2011). (Ahora bien, cuando llegue el momento, veremos). Así pues, este libro responde a los cambios de la edad contemporánea, mantiene la idea de la Revolución Industrial, y se fija en el presente con una prospectiva hacia el futuro.

(Azucarera de Marcilla. Navarra. Inicio del s. XX)

EL MÉTODO. El método seguido en la elaboración de los contenidos procede de lo deductivo a lo inductivo. También es en la ordenada exposición donde se refleja el afán metodológico y clarificador –por otra parte muy pedagógico- del autor, que el público puede apreciar inmediatamente en la contraportada, el índice y la introducción del libro.

Hoy día se echan en falta libros de síntesis histórica (vinculados siempre a pormenorizados análisis) que abarquen un tema completo como el económico, e incluso que conecten con los problemas de la actualidad. En este sentido, esta publicación es muy útil para el universitario, el profesorado de enseñanzas medias, y el público en general.

Se aprecia fácilmente que este libro está redactado por un historiador de la economía y no por un economista -quizás éste haría una exposición más compleja por sus tecnicismos-, recogiendo no obstante el autor los saberes más significados de la ciencia económica así como sus escuelas.

El autor se dirige al público en general, pero también tiene un capítulo de especialización y de aportación más personal, como es el relativo a la industria azucarera, que según su criterio es uno de los orígenes de la revolución industrial. Aunque el libro tiene su complejidad debido a los abundantes datos cuantitativos, estos se reducen a lo fundamental a favor de una explicación y visión más amplia.

(Si la incipiente maquinaria agrícola se introdujo en Navarra a mediados del siglos XX, su desarrollo se debió al siglo XX de la mano de las Cajas Rurales)


(Bodega cooperativa San Sebastián, en Sangüesa, Navarra. El movimiento cooperativista navarro está unido a los plantamientos y actuaciones de reforma social de carácter católico desde fines del siglo XIX)


LAS FUENTES. Muchas veces las fuentes utilizadas son bibliográficas, pero también lo son noticias actuales de prensa. Las notas se sitúan al final de cada capítulo, y la bibliografía al final del libro. Esta última tiene un carácter general, relativamente especializado y, aunque sean referencias de interés, tiende a reducir el número de títulos posibles.

LA CRONOLOGÍA. El libro abarca cronológicamente de 1882 a 2009, y destaca como fases más importantes del desarrollo las de 1899 a 1930, y de 1954 a 1974. Entre 1882 a 1959 la política económica oscilaba entre una agricultura liberalizada y de exportación por un lado, y el proteccionismo por otro. Tras 1959 se optará definitivamente por la liberalización económica, manteniéndose no obstante la colaboración del Estado a favor de la iniciativa social. A partir de 1975, el vaivén entre la crisis a la prosperidad, que refleja los llamados ciclos cortos, sería el siguiente: crisis de 1975 a 1985, prosperidad de 1986 a 1992, recesión de 1993 a 1996, crecimiento de 1997 a 2007 (inmobiliario, automoción y turismo) y crisis a partir de 2008 sin visos de recuperación, pues afecta a los tres subsectores señalados.

(Mina al aire libre de magnesita, valle de Esteribar, al Norte de Navarra. Dentro de muy poco va a ser cerrada y se abrirá otra mina en las proximidades)

LOS CONTENIDOS.La exposición de los contenidos se realiza en siete capítulos de una extensión desigual, siendo los más prolijos los que analizan las bases del proceso de desarrollo español (p. 81-183), el sector remolachero-azucarero (p. 327-453), y la evolución de la industrialización española (p. 459-599).

El pórtico del libro es un ensayo sobre los diferentes postulados y teorías relativas al desarrollo económico, y un pronóstico de futuro elaborado con datos actuales. El capítulo II analiza, desde la perspectiva de la geografía económica y abarcando un período muy largo de tiempo hasta la actualidad, las bases del desarrollo económico de España, es decir, el factor tierra: los recursos naturales y las fuentes de energía, aunque también incluye las telecomunicaciones que corresponderían al factor capital. Para analizar el factor humano (cap. III) se valora dicho factor como concepto, se identifica las diferentes posturas de los teóricos y tecnólogos preindustriales y de la posterior industrialización (los sistemas económicos), se contempla la evolución de la educación como origen del capital humano, hoy a la baja, la actual sociedad de consumo que ha caído en un peligroso consumismo, la gran novedad de la emigración actual, y los actuales cambios sobre el concepto de trabajo y empresariado. El capítulo IV, relativo al marco institucional, también ofrece una visión global, y traza las líneas básicas en un amplio espacio de tiempo, relativas a la función del sector público en la economía. Así, el autor sintetiza dos siglos de desarrollo legislativo-laboral, el Estado del Bienestar, las funciones económicas del Estado, la Hacienda Pública, los aranceles y relaciones comerciales, las entidades financieras, y la reserva de oro. Hasta aquí el libro no aporta novedades significativas aunque sea de sumo interés.

Sin embargo, pasemos a los dos capítulos siguientes que abarcan la mitad del libro. Así, más importante por su novedad y extensión es el capítulo relativo al sector remolachero-azucarero: su evolución y paulatinas transformaciones, la producción y distribución del producto, los aspectos laborales y el futuro (p. 327-458). El autor se refiere en él a sus diferentes trabajos y libros publicados pocos años antes. Las tres cuestiones clave serían los períodos de transformaciones rurales, la casi permanente política proteccionista, y las transformaciones agrarias en función del impulso dado a la exportación.

Asentado el análisis del resurgir del campo y de la industria azucarera, el capítulo VI (el más extenso y que da título al libro, p. 459-605) analiza cronológicamente, y según Regiones españolas, las distintas fases del desarrollo industrial vinculado a los medios de transporte hasta la actualidad. En él se incluyen casos Matesa y Rumasa, la cuestión de Endesa, y la actual recesión económica. Por último, ya que cada capítulo finaliza con una específica mención a la crisis actual, el capítulo final se refiere exclusivamente a dicha crisis, que tanto inquieta al lector. Simultáneamente desarrolla la actual crisis de valores y educativa, la decadencia de los sectores líderes (turismo, construcción y automoción -pero también la industria azucarera tan unida a la historia de este libro divulgativo-), y las posibles soluciones.

Según el autor, en España el factor humano y el marco institucional son los dos ejes transversales que sirven de referencia de valores universales e intemporales y explican la Revolución industrial española. En el desarrollo de la sociedad española, los activos más importantes para el crecimiento económico serían los recursos humanos y la tecnología.

(Fundiciones al N.O. de Navarra, en Vera de Bidasoa, una de las Cinco Villas de la Montaña)

(Fábrica auxiliar de coches. Pamplona)



LA TESIS. La contraportada identifica claramente el propósito, carácter y naturaleza del libro, así como la conclusión del autor. Menciona las diferentes tesis sobre los orígenes del desarrollo agrario y la industrialización en España, decantándose por aquella que defiende la revalorización de las actividades agrarias como estímulo y agente del proceso industrializador español. Así, las actividades agrarias no sólo no lastraron la industrialización en España, sino que precisamente su despertar fue lo que impulsó ésta última. Concretamente, el nacimiento del sector remolachero-azucarero hasta 1882, transformó la agricultura propia de la trilogía mediterránea (trigo, vid, olivo) en una actividad agraria intensiva y comercializada a la moderna. Este despegar agrario, más la exportación minera, fueron las actividades que, según el autor, pusieron los cimientos para la próxima industrialización.

En la significativa contraportada del libro, el autor dice así:

“La presente obra trata de responder al vacío historiográfico que hay sobre la industrialización en España, en sus coordenadas básicas y en los períodos clave de nuestro pasado histórico. El enfoque del trabajo se dirige a la industria, pero contextualizando el desarrollo económico con el sector primario (esencialmente agrícola) y el terciario (principalmente con el turismo), y con una triple dimensión en el tiempo (pasado, presente y futuro). En la dicotomía y debate de los historiadores españoles entre partidarios de la interpretación de que no fue posible la industrialización en el siglo XIX (que son mayoritarios), porque la agricultura atrasada lastraba la modernización de las estructuras económicas, mientras que otros historiadores (una minoría) han revalorizado el papel de las actividades agrarias; en cuya disyuntiva nos decantamos por estos últimos, al mismo tiempo que nuestra aportación historiográfica es original e inédita y va más lejos en la revalorización de la agricultura, estimando, a la vez, el proceso de la industrialización que consideramos fundamental en nuestro desarrollo. Resaltamos los recursos humanos porque fueron activos esenciales en el transcurso de las fases de la Revolución Industrial en España, es decir, el factor humano como eje principal. También apelamos al ensayo y la prospección, inicialmente respaldados por la ciencia histórica, para esbozar una modesta colaboración que contribuya a conseguir la recuperación económica. En definitiva, este es un trabajo fundamentado en una doble vertiente: historiográfica y de finalidad pedagógica”.

(Puente "Sancho el Mayor", sobre el río Ebro (1975). Navarra. Es el primer puente de España atirantado desde un solo lado. Fue construido por los ingenieron Javier Manterola Armisén y Leonardo Fernández Troyano)

LA CRISIS ACTUAL. En otras entradas recientes de este blog se hace eco de la actual crisis económica, que pudiera paralizar la vocación de cualquier investigador del pasado histórico. Pues bien, la crisis no ha paralizado a Gracia Guillén, aunque su trabajo estuviese redactado antes del inicio de la crisis financiera en 2008. En buena medida, la crisis se agudiza en España debido a la concreta orientación de la economía española durante los últimos 30 años, confirmada en el preocupante subtítulo de este libro: “El declive de la estructura económica actual”. Como este libro de historia económica pretende ofrecer un mensaje completo (pasado y prospección en el presente, ciencia y algunas aportaciones de ensayo), y tiene un carácter práctico por indicar el origen de los problemas de hoy, el autor resalta el agotamiento del modelo económico por el que se ha apostado, basado en el boom inmobiliario y la dependencia energética exterior.

EL AUTOR. Según la breve biografía recogida en este libro, su autor ha conjugado el trabajo de la docencia en la cátedra de Enseñanzas Medias con el de la investigación monográfica. Graduado como doctor en Historia, ha investigado incansablemente por amor al conocimiento histórico, por amor a la verdad misma sin concesiones oportunistas. Ha investigado sobre la Universidad de Huesca, diferentes aspectos demográficos, y sobre las industrias azucareras de Navarra y Aragón en los inicios de la revolución industrial en España. Por eso no nos extraña su dedicatoria, que dice: “A todos los que trabajan por la ciencia y la conciencia para avanzar hacia la verdad”.

Esta dedicatoria honra a su autor, quien sin duda ha hecho realidad la conveniencia de que todo docente desarrolle un afán investigador, y que las ilusiones, energías, capacidades y autorrealización –es decir, los efectos de una vocación- que todos llevamos dentro, tenga su correspondiente dedicación, y no sea estéril. Lo que se recibe gratis, se trabaja y se da gratis: esta es una de las grandezas del hombre. Amor a la verdad como base de la ciencia, y amor a la verdad como fundamento de la transmisión de los saberes desde la cátedra docente. Esto último a veces está en desuso si se lee con detenimiento algunos manuales escolares, editados –eso sí- con todo lujo de ilustraciones y aportes procedimentales, que expresan más una contrahistoria, esto es, el cambiazo de la Historia mediante el cambiazo de su conocimento.

Este libro de síntesis, que recoge un análisis interesantísimo sobre las azucareras como uno de los motores de la industrialización, muestra que el conocimiento histórico sí es útil. En efecto, desvelar el pasado ignoto e incluso corregir su percepción, anima al hombre de hoy a reconocer que hay salidas insospechadas a la profunda crisis actual de casi 5 millones de parados en España, y que siempre hay caminos nuevos que desbrozar. En efecto, el estudio del pasado debe desembocar, como servicio al público lector, en la actualidad con proyección de futuro, en este caso por vía de ciencia económica e incluso de ensayo económico.

Nuestro agradecimiento al autor por ofrecer a la sociedad de hoy sus conocimientos e investigaciones, su trabajo y precioso tiempo, su formación y apreciaciones efectuadas con mucho sentido común, su visión histórica de conjunto y su deseo de aportar posibles soluciones a la crisis global de hoy. Este es uno de los esfuerzos personales, empresas y libros que ansiábamos que saliesen a la luz, como dije en las primeras cartas de este blog. Este es un ejemplo que aparta mis dudas sobre el para qué estudiar el pasado en una sociedad sin presente y casi sin futuro, cuya situación parece que se la ha ganado a pulso. Si esto es lo peor, reconocerlo da luz y ánimo para salir de la crisis. De la crisis no nos sacarán “el sistema”, ni los Gobiernos…; de la crisis nos sacará la persona. Al menos este es mi criterio.

El libro es manejable, está muy bien impreso, las notas al final de cada capítulo son someras y no cansan la lectura, y la letra y maquetación son agradables al lector.

Agradezco al autor la ocasión para valorar positivamente su libro y por ofrecer su trabajo a nuestra sociedad y comunidad científica.

José Fermín Garralda Arizcun
Pamplona, 3 de abril de 2011


(El futuro será lo que nosotros queramos de él, con un "querer" de verdad. Fotografía: JFG).

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