sábado, 22 de octubre de 2016

José Javier Nagore Yárnoz

IN MEMORIAM

Homenaje a Nagore

A MEDIDA que se es más próximo, se ama más. Nagore fue amigo de aita Teodoro, al que le escribía preciosas dedicatorias en los trabajos que le obsequiaba (1). No pretendemos convencer a nadie sino informar de quién ha sido José Javier Nagore para muchos navarros y para los tradicionalistas y carlistas.

Navarrísimo o lisa y llanamente navarro; españolísimo o propiamente español, José Javier Nagore Yárnoz (1919 - 11-X-2016) fue un punto de referencia para todos, fiel al reinado social de Jesucristo, amigo de la Tradición, jurista y estudioso del Fuero de Navarra, amigo de España. Forjó su recia personalidad viviendo leal y intensamente las grandes realidades, principios e ideales, así como su profesión. Difundió con lealtad y fortaleza cristiana el significado religioso y civilizador de la Cruzada por Dios y por España de 1936. Demostró que los cruzados tuvieron razón, y que los principios católicos son universales, necesarios sobre todo en España, y la única vía de paz y  concordia. Demostró que también Navarra tiene razón frente al secesionismo del nacionalismo llamado vasco. Esta fue la columna vertebral de su vida, además de intentar ser santo con la gracia de Dios.

1.      Como tradicionalista navarro y sus publicaciones.
VOLUNTARIO de primera hora con 17 años en Radio Requeté de Campaña, Primera Brigada de Navarra, luchó en los frentes de Guipúzcoa, Vizcaya, Aragón y Cataluña. Estuvo casado y tuvo cinco hijos.


En 1936 los de su generación se enfrentaron al comunismo, al que ganaron. Después construyeron la paz y el desarrollo como nunca lo tuvo España. Vió con buenos ojos coyunturalmente el Régimen establecido, como el ministro de justicia y presidente del Consejo de Estado, Antonio Mª de Oriol y Urquijo (+ 1996). Durante años oirá las mentiras de la propaganda dirigida a todo un pueblo sobre 1936,  y será testigo de claudicaciones en la fidelidad y los principios. No se resignó a la paulatina pérdida de la Fe católica en España por dejadez de los buenos, ni a su desmoronamiento al abandonar la verdad católica (Menéndez Pelayo).
Decimos que sobre todo fue tradicionalista. Por su pensar, ser requeté en la Cruzada, y su amistad con Álvaro D’Ors (+ 2004) y Fco. Javier de Lizarza (+ 2007), también fue carlista de convicción, aunque hay obituarios que omiten este aspecto nuclear. El Carlismo firme y declarado de Álvaro D’Ors se silenciará en la Universidad de Navarra, como si fuese un tema tabú, ajeno a su magisterio y personalismo de juventud. 
José Javier Nagore perteneció a la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra desde 1986, año de la reunión de todos los carlistas en el Congreso de El Escorial. Fue presidente de la CTC de Navarra del 18-XI-1990 hasta el 11-III-1995. Desde 1986 hasta hace muy pocos años fue consejero nacional de la CTC con Álvaro D’Ors, Garisoain, de Orbe, Arellano, Bermejo y Garralda. Afiliado a la CTC hasta su fallecimiento, manifestó su constante generosidad económica. 


Nagore estuvo presente en las Fiestas de la Juventud Carlista de Pamplona para celebrar la Inmaculada Concepción el domingo siguiente a la Octava por privilegio de S.S. Pío X, impartiendo lecciones de derecho político. Asiste durante muchos años al Via Crucis de Isusquiza (Landa, Álava) en septiembre, y a la reunión de Haro (La Rioja) el 25 de julio, acompañado de Fco. Javier Lizarza, también después de fallecer éste. Redactó durante muchos años el manifiesto carlista de Isusquiza (Álava). De ello da fe el buen amigo alavés Ángel Armentia Salazar en el boletín “El Babazorro” –que ya va por el nº 137- del Círculo Tradicionalista Cultural “San Prudencio”. En Isusquiza ha sido asiduo el concejal de Leiza Silvestre Zubitur, el poeta Pello Urquiola Cestau etc.


Reunió cada año a sus compañeros de Armas supervivientes de Radio Requeté de Campaña, bajando de 25 hasta dos, en localidades de Navarra y Guipúzcoa. Conservo fotografías de esas reuniones los muchos años que acudió aita Teodoro Garralda Goyena. En una ocasión, siendo muy pequeños, nos asomábamos al balcón de la Calle Bergamín nº 25 para ver si llegaba aita, porque se retrasaba y la maye estaba muy preocupada. Sí, anochecía y aita siempre estaba en casa antes del anochecer. Había ido lejos, a Guipúzcoa, a una reunión con Nagore. “- Salid, niños, a ver si viene aita” –y así una y otra vez al balcón, con cierta angustia de pequeños-. Las reuniones eran de unas 25 personas y algunas de ellas fueron en Alsasua (1964), Elorrio (1970), Estella (1952), Pamplona (1955, 61º reunión el 24-IX-1999), Rincón de Soto (1966), Vergara (1951, 1956, 1961), Zarauz (1959, 1960, 1967, 1968). Otros años fueron en Eguaras etc.
Autor de En la Primera de Navarra (1981), unas memorias de guerra con cinco reediciones, la última titulada Luchábamos sin odio (2010), que está enriquecida con mapas y fotografías (2010). Esta última fue presentada en el hermoso salón del ático de El Corte Inglés de Pamplona el 13-V-2011. Poco antes, se reeditó en 2006, en un libro colectivo realizado con otros autores como Lizarza Iribarren, Ramón Salas Larrazábal, García Serrano y Álvaro d’Ors, titulado Navarra fue la primera: 1936-1939, con prólogo de Stanley G. Payne.

Fue autor del ensayo  Defensa de la navarridad (1987), y de “La Historia de una dejación (La Cruz Laureada de San Fernando en el escudo de Navarra)” (1997). De 1990 a 2006 escribió seis documentados e interesantes folletos sobre los requetés en la Cruzada: “Espíritu y vida en los Tercios de requetés. La guerra de España (1936-1939) (1990), “¡Cantan siempre al avanzar! (Historia breve de los tercios de Lácar y Montejurra)” (1990, reed. 1997), “¡Gure banderá, España’ren! (Nuestra bandera, ¡he aquí España!). “Los Tercios de requetés de Guipúzcoa y Vizcaya en la guerra de 1936-1939” (2002), “Los requetés alaveses en la guerra de España de 1936” (2003), “El 4º Tercio de Navarra: el Tercio de Requetés de San Miguel” (2004), y “Los tres Tercios de Requetés laureados de San Fernando en la guerra de España de 1936” (2006).
También es autor de libros de literatura como Versos de Cumbres (1982) y Nuevos diálogos “al otamenar” (1988), así como de viajes (A Roma con Francisco y Javier. Diario de dos caminantes (20 marzo a 7 mayo 1953, publicado en 1978). Su pasión fue la montaña que compartió con sus amigos.
Escribe sobre Derecho, Navarra y la "Navarridad" en el "El Pensamiento Navarro" (1975-1981), el diario “El Alcázar”, y "Ahora Información" (seud. Areyto). A diferencia de Rafael Gambra, con el que tantas cosas le unieron, no se tuvo la dicha de que colaborase en el quincenal tradicionalista pero no político “Siempre P’alante”.


En casa seguimos creciendo con Nagore como punto de referencia en el ámbito de la amistad y del prototipo del navarro. Más tarde aprendimos de él en la lucha frente al separatismo mal llamado vasco en sus artículos de “El Pensamiento Navarro”, en la fundación de Alianza Foral Navarra, en sus estudios de Derecho Foral. También escribirá esporádicamente en “Diario de Navarra” sobre el Fuero (en agradecimiento a “Antonio Mª de Oriol y Urquijo”, el 24-III-1996 por hacer culminar el Fuero Nuevo en la Ley 1/1973 de 10 de marzo; “Confrafuero” 11-V-2010 sobre la aplicación de la ley estatal del aborto). Será el alma mater de la Fundación Socio Cultural Leyre con sede en su despacho de Paulino Caballero.
Fue muy activo frente a los intentos de Mons. José María Cirarda Lachiondo, arzobispo de Pamplona, de crear la Diócesis vasca incluyendo en ella Navarra, aunando fuerzas con “El Pensamiento Navarro” y Nemesio Cortés Izal, las Comisiones de Navarros promovidas por Lizarza, la Unión Seglar San Fco. Javier, el círculo carlista Círculo Familiar Virgen del Camino, etc. entre 1978 y 1981.


En resumen: fue carlista y se sintió y declaró como tal como Álvaro D’Ors aunque ello se silencie en las tertulias de gente acomodada de Pamplona, y en el ámbito intelectual. Ambos fueron voluntarios en la Cruzada y carlistas de convicción y activos durante toda su vida.


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2. El jurista: cargos, recopilador y publicaciones.
AMPLIO de miras, Nagore ha estado con todos los tradicionalistas de España por Dios y por España, y, en Navarra, por los Fueros. Como foralista no constitucionalista afirmó los Fueros sin distorsiones o traiciones ocultas de quienes han vivido de la política.
Para él, los Fueros no se subordinan a la Constitución de 1978, ni a las actuales leyes de Navarra pues no pocas de ellas son un contrafuero. Solía repetir que el Fuero es un derecho propio no concedido sino reconocido por el resto de España y sus instituciones, mientras que el estatuto de autonomía es una delegación del Estado. He aquí dos concepciones radicalmente distintas, la propia de la tradición o bien de la revolución francesa y el nacionalismo vasco respectivamente. El Fuero reconoce la presencia explícita de Dios en las Instituciones políticas, se subordina a las leyes natural y de la Iglesia, a las buenas costumbres, y expresa una forma de ser español.
Fue jurista, notario desde 1944 en Segura (Guipúzcoa), Alsasua y Pamplona, Decano del Colegio Notarial de Pamplona, Vocal de la Comisión General de Codificación, del Consejo de Estudios de Derecho Navarro, Consejero Foral (1964-1970) y corredactor de la compilación del Fuero Nuevo. Alcanzó el doctorado con  la monografía Historia del Fuero Nuevo de Navarra (1994, 678 pp). Fue corredactor de esta compilación que es el Fuero Nuevo, como parte de un grupo de juristas, entre ellos los hermanos Jesús y Rafael Aizpún Tuero, José Arregui Gil (+ 2016), José Miguel Arriaga Segarra, Amadeo de Fuenmayor, Juan García-Granero, José Luis Iribarren, José Lecumberri, José-Javier López Jacoiste, José Luis Los Arcos Elío (+ 1994), Álvaro d'Ors, Fco. Salinas Quijada (2006), Juan Santamaría Ansa, Fco. Sancho Rebullida, Ignacio Ruiz de Galarreta etc. 

Escribió trabajos de Derecho civil y foral. Es coautor de la Recopilación privada del Derecho privado y Foral de Navarra (Pamplona, 1967). Autor de El notario, las obligaciones y los contratos en el Fuero Nuevo de Navarra (1975), de las Leyes 42 a 81, y 82 a 147 del Fuero Nuevo de Navarra, y de “Los Fueros de Navarra” (1964). Redacta con profundidad la “Cartilla de la foralidad navarra” (1998). Colabora en las revistas Príncipe de Viana, Anuario de Derecho Foral. Escribe sobre Derecho Foral y la naturaleza de Navarra en la revista Verbo (ed. Speiro).
Para él todo historiador debía de ser defensor del Fuero. Así reza la dedicatoria al libro Historia del Fuero Nuevo de Navarra que nos regaló: “A José Fermín Garralda, historiador y defensor del Fuero navarro –como debe ser todo historiador-, con el abrazo de un viejo amigo. J. Javier Nagore, Pamplona 30-X-02”· Viejo amigo porque lo era de aita Teodoro.























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3. Despedida.
De Nagore destacamos su unidad de vida, su independencia del qué dirán, su coherencia en todos sus ámbitos, su carácter polifacético, su memoria histórica, sus vinculaciones y raíces. Hombre de espíritu riguroso, ordenado, notario del Derecho y de la realidad, preciso en el decir y con un talante poético cuando las circunstancias lo requerían. Escribe en A Roma con Francisco y Javier: “He aquí –pensamos- cómo las hazañas se conservan en la memoria de los pueblos y cómo la nuestra –cuando seamos polvo- formará parte de las tradiciones de Ornaisons” (p. 45, subraya aita Teodoro). Con una profunda visión sobrenatural, unía lo terreno y lo divino.
Tengo en José Javier Nagore al prototipo del navarro, para quien sigue con plena vigencia el “Benedictus dominus Deus meus”, que reza la leyenda del antiguo escudo del Reino de Navarra, y el “Pro libertate patria gens libera state” que enuncia la Divisa de los Infanzones de Obanos. Ambas inscripciones se encuentras a ambos lados de la puerta principal del palacio de Navarra. Esperemos que los nacional-separatistas en el poder ejecutivo no las piquen como han hecho con la laureada del escudo que estaba en el tímpano del frontis, y que ganaros los voluntarios navarros, entre ellos Javier Nagore.  
La Hermandad (canónica) de Caballeros Voluntarios de la Cruz, de la que fue miembro, celebró su funeral en la cripta del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada el 20 de octubre.


Compañero de Armas y amigo de aita Teodoro en Radio Requeté de Campaña, defendiste el reinado social de Jesucristo, ganaste la laureada del escudo de Navarra , trabajaste como notario y jurista en la recopilación del Fuero Nuevo, mantuviste vivo el Fuero navarro y la "navarridad" frente a las tendencia separatistas y constitucionalistas. Por todo ello "Ante Dios nunca serás héroe anónimo".
Que Dios Padre te acoja en Su misericordia, mientras tu ejemplo se queda en nosotros, y tu persona permanece en nuestro  recuerdo.
Rogamos una oración por su alma. Nuestro más sentido pésame a su familia. Descanse en paz.

José Fermín Garralda Arizcun
Dr. en historia


Galería de fotos de algunas reuniones de Radio Requeté de Campaña. Archivo fotográfico de J. F. Garralda
El interrogante corresponde a Vicente -Bishente Garitano (aportación de un nieto suyo), natura del Vergara.

(1)                       “A Teodoro –“don de Dios”- gran amigo y más que amigo, por fiel compañero de guerra y de paz, con el fuerte abrazo de uno de los dos “romeros” cuyas andanzas se cuentan en este librico. J. Javier. Pamplona 10-9-1979”. Aita Teodoro contaba que podía haber ido con los dos romeros pero que le fue prácticamente imposible. Otras dedicatorias tienen un contenido parecido. 

Texto y fotografías: prohibido reproducir sin permiso del autor, hay derechos de autor. 

martes, 19 de julio de 2016

Juan Martín Mónaco de Ansa o los pasos de un comerciante pamplonés que optó por don Carlos V en 1833

A diferencia del trabajo recogido en la parte inferior, éste aporta numerosas imágenes y sus respectivos comentarios históricos.

Historia de Pamplona 1808-1833: Martín Mónaco de Ansa, un vecino muy cualificado

Estas páginas de investigación histórica ofrecen una biografía de Martín Mónaco de Ansa, vecino de Pamplona, entre los difíciles años de 1808 a 1833. Comerciante, administrador, hombre acaudalado, optó por don Carlos V y VIII de Navarra en 1833, siendo expulsado por ello de su cargo de administrador del hospital general de Pamplona, que era de patronato municipal. Con motivo de su biografía se analiza la situación sociopolítica de Pamplona de 1820 a 1833.

lunes, 18 de julio de 2016

Crítica y queja en mi "Adiós a la Geografía de España (como disciplina)"

Ofrecemos una aportación inusual es este Blog de Historia, donde habitualmente recogemos nuestros trabajos de investigación histórica. En estas páginas, el autor ofrece a los cuatro vientos su CRÍTICA y QUEJA por sufrir el fin de la Geografía (como disciplina). Ha visto su trabajo de años tirado por la ventana, lanzado por la borda. "- ¡Allá va...!" (Y no pasa nada, salvo que me ponen en entredicho mi vocación docente e investigadora). Tantos esfuerzos, ¿para qué?. ¿Es que no es un gran esfuerzo el trabajo Didáctico de muchos años para que mis alumnos aprendan -gratis et amore- los contenidos, procedimientos y actitudes sobre la Geografía de España? A Dios gracias me enseñaron a dar más que a recibir. Este es mi caso -pues el diseño exige optar entre Economía de Empresa y Geografía de España-, la consecuencia práctica de los cambios que realiza el Sr. Ministro de Educación y su flamante Ministerio en la LOMCE. Este texto es una crítica y una queja que espero sea compartida por muchos y en especial por nuestro querido público Hispanoamericano.

lunes, 11 de julio de 2016

Consecuencias en lo religioso del Liberalismo ideológico

Este trabajo es un ensayo sobre las consecuencias del liberalismo ideológico en el ámbito religioso, con un apéndice histórico donde se recogen planteamientos de actualidad de Juan Pablo II al respecto, y algunas controversias sobre el liberalismo aplicado al ámbito sociopolítico en Navarra durante el siglo XIX. Es útil para la vida, para el educador en materia de religión, y para el historiador del pensamiento sobre los siglos XIX y XX.

viernes, 17 de junio de 2016

El Reino milenario de Navarra a comienzos de la "modernidad"

UNOS QUINIENTOS AÑOS DESPUÉS
La situación del Reino de Navarra antes de 1512.
Encuentro con la historia. 

ANTEAYER –el 15 de junio- , se analizó el tránsito de la llamada  Edad Media a la Edad Moderna en el Reino de Navarra. Por lo visto, siguen las conmemoraciones. Estamos en 2016. Así, en marzo de 1516 Juan de Albret quiso recuperar el Reino, al igual que lo intentó en octubre de 1512. En ambos casos fracasó.
En la conferencia no se trató directamente las fechas de 1512, 1513 o 1515, en las que Navarra fue conquistada por las tropas del duque de Alba, previa división de los propios navarros, para  -así resultó al final- incorporarse a la Corona de Castilla en las Cortes de Pamplona de 1513 y en las de Burgos de 1515. Recordemos que esta incorporación fue jurídicamente libre y eqüe-principal, entre iguales, dejando Navarra de ser Reino independiente para estar dentro de la Corona de Castilla –mejor dicho, Fernando el católico entregó el Reino a su hija Juana y su descendencia- pero conservando el Reino POR SÍ.
La tesis de la conferencia impartida por el dr. Álvaro Adot Lerga en el salón de Actos del Archivo General y Real de Navarra el 15 de junio, fue que Navarra era un reino en paz y estabilidad política antes de la conquista de Fernando el Católico de 1512. Hace unos años dicho autor escribió: Navarra, julio de 1512. Una conquista injustificada, Pamiela, 2012.
El conferenciante expuso ante el nutrido público asistente y apoyado en el power point, una realidad olvidada –según él- por un sector de la historiografía, como es la situación del Reino de Navarra antes de 1512. Situación que según él era lisonjera. Navarra no era un Reino en decadencia, ni en conflicto, ni sus reyes eran perezosos y olvidadizos de sus obligaciones. 

Salón de Actos del Archivo General y Real de Navarra. Foto: JFG2016
Según mis notas,  el profesor Adot afirmó lo siguiente. 
1º Los reyes de Navarra, Juan III de Albret y Catalina, mantenían el Reino en paz en el año 1512. En una carta de Fernando el Católico, éste decía: “Los reyes de Navarra tenían en paz y obediencia el dicho su reino, que antes había muy grandes tiempos que siempre estaba en guerra” (julio de 1512). Este texto fue el frontispicio de la intervención así como su colofón. Para ello los reyes navarros habrían logrado controlar a las facciones nobiliarias de agramonteses y beaumonteses.

2º Cuando Navarra comenzó su alborada en la llamada modernidad, sus reyes reformaron el Consejo Real en 1494, al igual que otros Reinos de Europa (mejor diremos la Cristiandad). Dicho Consejo era tribunal de Justicia, asesoraba a los reyes, abarcaba amplios aspectos de la vida, y tenía facultades gubernativas, como ya demostró Salcedo Izu en su libro de  1964.

3º Juan y Catalina pusieron también las bases de un crecimiento económico, por lo que se interesaron por las ferias, concedieron privilegios a los comerciantes, a la vez que se se establecía el libre comercio con la Corona de Castilla.

4º Tras el tratado internacional entre Navarra y Castilla en 1506, el rey de Castilla se comprometía a no intervenir en los asuntos navarros. No obstante, al fallecer Felipe I el Hermoso, esposo de la reina Juana -“la Loca”- de Castilla, un sector de la nobleza castellana propuso meter en Castilla, es decir, dar el gobierno de Castilla, al rey de Navarra (Jerónimo Zurita, cronista de la Corona de Aragón, 1548-1580).

5º En 1507 ocurrió una desgracia. Fue la pequeña revuelta de don Luis de Beaumont, conde de Lerín, contra su rey. Este condado estaba en la merindad de Estella. Los restantes beaumonteses no se sumaron a la revuelta, mostrándose en ese momento afines a sus reyes. Por otra parte, en dicho condado de Lerín había vasallos que no querían a don Luis. El ponente dijo ignorar los motivos de esta rebelión, alegando o suponiendo no obstante que don Luis buscaba nuevos territorios. Como muestra de la dificultad e inestabilidad de la época, en 1507 el rey encargará al señor de Góngora sofocar la sublevación de don Luis, siendo precisamente el de Góngora quien hizo de cabeza de los beaumonteses tras 1512. Como conclusión, en ese momento en Navarra gozaba de paz y normalidad política. (Añadamos nosotros que, según Floristán Imízcoz, con posterioridad a la revuelta de 1507, don Fernando instigó a don Luis para “trabajar de tomar por furto alguna cosa buena, si pudiese” de su patrimonio perdido, prometiendo que él le ayudaría. En 1512 don Luis acompañará al duque de Alba en la toma y rendición de Pamplona, para así recuperar sus señoríos de los que fue despojado en 1507).

6º Otro indicio del comienzo de la Edad Moderna, fue la aparición de embajadores fijos en uno u otro Reino. Por ejemplo, don Salvador de Berrio fue embajador ante Maximiliano de Austria después de 1507. Tras 1512 los embajadores de Navarra desaparecieron, sin contar –además-  Fernando el Católico con los navarros para otras embajadas.

7º Por último, según el ponente, la reina Catalina generó una dinastía propiamente navarra, en el sentido de que residía en localidades navarras, y la mayor parte de sus hijos nacieron y fueron educados en Navarra.

El balance final es claro: los reyes Juan y Catalina iniciaron un importante proceso de reformas, sin que en Navarra se pudiese hablar de crisis social, económica, política e institucional. Así, la guerra de 1512 no se debió a la mala gestión del rey de Navarra, ni a las hambrunas, sino a los deseos de poder de ciertos nobles y de Fernando el Católico, maquiavélico al 200% -se dijo con evidente exageración-. Esto corre parejas con el hecho  que, según los de la época, don Fernando hacía las cosas de forma extraña y vaga. Ya en 1507 don Fernando quiso apoderarse de Navarra, según el profesor Lacarra. En realidad, y por su parte, las facciones nobiliarias denominadas agramonteses y beaumonteses querían acaparar al máximo el poder en tierras y cargos, luchando ambas por lo mismo.

El público atento ante la explicación con soporte cartográfico. Foto: JFG2016
¿Qué podemos aportar a esta interesante conferencia? Más que conferencia demostrativa, se trató de una charla, de una exposición clara, sencilla y adaptada al público. De ahí que faltase argumentación, que pudiera ofrecerse en un sentido diferente al dado por el conferenciante. Ello es así por lo mismo que la narración de Carlos Clavería sobre la conquista, a la que Loperena Rota se refiere en 1984, no resulta académica. Fue una exposición de tesis, que giró en torno a la citada frase del rey Fernando, que ni es prueba definitiva ni tiene necesariamente el alcance otorgado por el ponente, aunque sirva muy bien como recurso didáctico y de oratoria.
No es que Fernando fuese eminentemente maquiavélico, sino que tuvo que conjugar ciertas intenciones ocasionales o recurrentes con la evolución en parte no buscada de los hechos. En una época de grandes tensiones, los hechos hablaban por si solos, y dan más luz que pensar en  un plan fernandino preestablecido.
Fue llamativo el hecho que el auditorio mostró mucho más interés por la conquista y por cómo reaccionaron los navarros desde 1512, que por el tema central de la charla relativa a la bonancible situación anterior del reino. Esta situación no tenía tanto significado en el marco general como el otorgado por el profesor Adot; la prueba es que las modificaciones iniciadas por don Juan y Catalina en el Reino pirenaico no fueron tan importantes. Raro hubiera sido que los reyes navarros, legítimos y de una dinastía reciente de origen francés,  se quedasen al margen de su época, en la que alboreaba el llamado “Estado moderno”, cuyo centro se fija en la  subordinación de la nobleza feudal al monarca, transformándose así en nobleza de gobierno –no ya cortesana-. Y esto sin duda no lo lograron. Tampoco tenía por qué ser así. Desde luego, en la agitación europea de ese momento, la cancillería de Navarra fue muy activa para mantener el equilibrio del pequeño Reino entre las potencias. Entre Castilla-Aragón y Francia, la neutralidad era imposible, y el Tratado de Blois del 18-VII-1512, adoleció de inoportunidad e incoherencia por parte navarra.

Torres de San Cernin y de los PP. Dominicos, vistas desde el Archivo.
Ese día y hora. Foto: JFG2016
Al parecer, el ponente orientó en última instancia su exposición a la conquista de 1512. Desde los documentos me distancio del ponente, pues creo que Fernando de Aragón reorientó el paso de sus tropas por Navarra en su campaña contra Francia, y, resultándose fácil la ocupación del Reino, se planteó quedarse en él. El conflicto era más de la alta nobleza y las élites urbanas que de la población en general. Dice Floristán Imízcoz que, en primavera de 1512, don Fernando: “Pretendería ocupar algunas plazas o retener una parte de Navarra para negociar luego el restablecimiento del protectorado y probablemente no soñaba con ceñir su corona. La rapidez y facilidad con que el duque de Alba ocupó Pamplona le animarían a completar la conquista y a apropiarse del trono” (2010). No parece que Fernando tuviese un objetivo claro desde el inicio, sino que poco a poco fue ampliando sus objetivos (Floristán, La monarquía española y el gobierno del Reino de Navarra, 1512-1808, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1991, 313 pp.).
En su primer manifiesto de Burgos del 30-VII y 4-VIII-1512,  don Fernando se consideró depositario de la autoridad legítima del Reino o bien su lugarteniente –“depositario de la corona y reino de Navarra”-. Sin embargo, en su segundo manifiesto de Burgos de finales de agosto de 1512, y ante los de Pamplona, se considera públicamente rey de Navarra por derecho de conquista. En las Cortes de Navarra en Pamplona abiertas el 13-III-1513 y en la de Burgos del 7-VII-1515, se le denomina Alteza, aunque las Cortes de Pamplona del 23-III-1513 aceptaron a don Fernando como “Rey nuestro, é natural Señor de todo este Reyno de Navarra”, y en ellas se reunieron beaumonteses –que no eran “genéticamente procastellanos”- pero también agramonteses. Desde entonces Fernando actuó como “rey de Navarra”.

Inscripción de un texto de las Leyes de Cortes del Reino en el monumento a los Fueros en Pamplona. Foto: JFG2016
Yo insistirá en la naturaleza pactista de la incorporación de Navarra a la Corona de Castilla, y que Navarra mantuvo su naturaleza de Reino POR SI.. No se trataba de una anexión territorial, pues Fernando no dio Navarra a Castilla, sino a la reina Juana y sus herederos.
Esperamos a la mesa redonda a celebrar el 29 de junio, en la que asistirán los profesores Adot, Monteano, Ostolaza y Usunáriz.

José Fermín Garralda Arizcun
Dr. en Historia

Pamplona, 17-VI-2016
Imágenes propiedad del autor: JFG2016

jueves, 24 de marzo de 2016

El Santo Cristo de Adsuara: imponente, clemente y piedad

Noticia

El Santo Cristo del Monumento de Navarra 
 el día de Viernes Santo de 2016.

En el Monumento de "Navarra a sus muertos en la Cruzada" situado en Pamplona, ciudad que ostenta la capitalidad del viejo Reino de Navarra, se conserva un Santo Cristo monumental que es una verdadera obra de arte. De grandes medidas, para ser contemplado desde todos los ángulos de la basílica de la Santa Cruz situada en el interior de dicho hermoso monumento, fue tallado por un gran artista, escultor y académico, Juan Adsuara Ramos (1891-1973).


La Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, que es canónica y fue fundada por Mons. Marcelino Olaechea Loizaga el 26-XII-1939, lo custodia con un gran cariño y devoción en su cripta. Lo ha restaurado dos veces. Qué ocurrió con dicha basílica lo hemos explicado varias veces en este Blog en el año 2015.


Dicha Hermandad también fue la fundadora o pionera inmediata de las Javieradas, por disposición de Mons. Olaechea, conocidas ya por el mundo entero. Como los Sanfermines, aunque alguno se empeñe hoy en cambiarles a estos de nombre.


Como no existe hoy sin ayer, hay algunos que expresan su enemistad contra dicha cripta, dicho Cristo y dicha Hermandad. Lo han realizado varias veces: algún día las enumeraremos con detalle. Recientemente lo han intentado de nuevo. Allá ellos. Sepan que esta Hermandad no la componen hombres cobardes ni timoratos, y que goza la simpatía de mucha gente de Navarra y de toda España. Parece mentira que tengamos que expresarnos así a las alturas del año 2016.


Sirva esta noticia para poner al corriente al gran público de lo que se "cuece" en Pamplona. Ojos abiertos.



Es un Santo Cristo vivo, en el supremo momento de suplicar al Padre clemencia para sus verdugos y a punto de entregar su alma. Vela por la imagen la HCVC. Foto:JFG2016

Leyenda junto a la imagen monumentos del santo Cristo.
Información al posible visitante. 
Foto:JFG2016

Foto:JFG2016

Una de las Cruces que llevaron los Tercios de requetés
en la última Cruzada -porque lo fué-. El olivo de Domingo de Ramos y,
al fondo, el Santo Cristo de Juan Adsuara. Creo que fue la imagen del Tercio
de San Fermín, precisamente en el que sirvió aita Teodoro
.
In hoc signo vinces, significa Con este signo vencerás.
Dos cruces igual que ésta se llevaron a la Javierada de 2016, y varios peregrinos estaban
encantados de verlas porque... sabían su preciso significado. Foto:JFG2016

La HCVC es propietaria de un conjunto escultórico de La Piedad, que puede admirarse en la parroquia de Cristo Rey, adjunta a dicho monumento. No se ubicó en sus capillas laterales de dicho monumento porque éste era votivo y no admitía otra imagen que la del crucificado. 

José Fermín Garralda 
Cronista de la HCVC
Jueves Santo, 24-III-2016

Imágenes propiedad del autor del artículo. No pueden tomarse sin su permiso, a diferencia de lo realizado por el autor o la editorial del reciente libro titulado El corralito Foral


domingo, 20 de marzo de 2016

La Semana Santa en Pamplona, austera pero recogida y vivida

NOTICIA


          ESTA MAÑANA a las once y media, ha tenido lugar la procesión de Domingo de Ramos en la ciudad de Pamplona. Se ha concentrado en la plaza de Santa María la Real, de la que ha partido tras las palabras del orador sagrado y la lectura del Evangelio. Abría el paso un coro de niños, una representación de la figura de Jesús sobre un pollino acompañado jubiloso del pueblo de Israel -este carácter de júbilo no lo hemos visto representado en manera alguna, lo que es muy propio de la seriedad de las buenas gentes del lugar-, y el Paso de Semana Santa. 
          La procesión ha recorrido la calle de la Merced, la calle Compañía, y la parte final de la Calle Curia hasta el atrio de la S. I. Catedral. Los niños han pasado un buen rato fotografiándose con la representación de Jesús sobre el pollino. 
          Había muchos fieles y ciudadanía. Muchos seguían detrás del Paso. El Sr. Arzobispo desfilaba serio, como introduciéndose en la Semana Santa hasta las puertas de la Misericordia. 

En el Atrio de la S. I. Catedral de Pamplona
Entrada de Jesús en Jerusalén


          Es el primer Paso de la procesión de Semana Santa, aunque es el tercero en salir porque le precede el traslado de La Dolorosa y el Cristo alzado.
          Este Paso es relativamente reciente, pues tiene casi un siglo de historia. Fue encargado en 1924 a un escultor de la tierra. Se trataba del escultor pamplonés don Ramón Arcaya.
          El encargo artístico-piadoso lo realizaron dos Hermandades pamplonesas: la Hermandad de la Pasión y la Hermandad de Labradores. El objetivo era sustituir el Paso de "La Despedida", propiedad de esta última Hermandad de Labradores.


          Sólo quedan las tres figuras de las cinco que componían el Paso. Jesús en la parte central, seguido de un joven y un adulto barbado ambos de amplias vestiduras. Las dos figuras de adelante, una inclinada y otra levantando una criatura, fueron suprimidas para poder contemplar fácilmente al figura principal. 
          Según el libro de la Hermandad, mide 4, 25 m. de altura, 2,60 m. de ancho y 3, 55 m. de largo.
          El Paso costó 11.000 pesetas, cuyo coste se cubrió con una suscripción popular.
          Posteriormente hubo algunas mejoras, cuando en 1951 se inició la procesión de Domingo de Ramos. Fueron cambios secundarios, como la instalación de andas para un paso más bien ligero, obra del arquitecto pamplonés y carlista don Víctor Eúsa, encargándose el retocado de la policromía al pintor valenciano Ramón Stolz, que también tuvo el encargo de pintar la inmensa bóveda del Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada (inadecuadamente llamado "Los Caídos") con preciosas escenas de la Historia de Navarra
Entrando en la calle Compañía, donde estaba el Seminario Episcopal con la parroquia de Jesús y María, convertida hoy en albergue, y el antiguo colegio de La Compañía de Jesús antes de su inicua expulsión de 1766. 
La delicia de niños y padres



José Fermín Garralda Arizcun
Pamplona/Iruña, 20 de marzo de 2016
Domingo de Ramos

Fotografía: el autor 2016

Prohibida la reproducción.

sábado, 12 de marzo de 2016

"La Dolorosa" en la devoción de Pamplona (cofradía de Nuestra Señora de los Dolores)


NOTICIA

El pueblo de Pamplona con su alma viva en La Dolorosa. 
En desagravio.
Al final de la cuesta de la calle Curia, enfrente del atrio de
la S.I. Catedral de Pamplona.
Obra de Rosendo Nobas (Barcelona, 1838-1891).
ASÍ REZA La Dolorosa... Así reza con Ella el pueblo de Pamplona... Este vienes, 11 de marzo de 2016, nuestra gente, nuestros paisanos han salido a la calle a acompañar a La Dolorosa desde la parroquia de San Lorenzo hasta la S.I. Catedral. 
La calle estaba llena de pamploneses en su recorrido por los antiguos burgos de San Cernin y Navarrería: calle Mayor en su prolongado recorrido, Bolserías, plaza Consistorial, Mercaderes y, al fin, la costosa calle Curia empujando cuesta arriba. 
Un largo recorrido cuajado de personas de toda edad y condición, con gente que portaba hachones -hachas- y velas encendidas, símbolo de su fe, recorrido lleno de fotógrafos que quieren perpetuar el recuerdo de la Señora en su dolor y acompañamiento por sus hijos.

Interior de la catedral , con sus tres naves abarrotadas de fieles
Ayer día 11 e inició el septuagenario de La Dolorosa
La música, solemne y acompasada, acompañó al Paso de La Dolorosa tan unido al pueblo pamplonés, durante todo el recorrido. El Ilmo. Sr. párroco de San Lorenzo cerraba la procesión acompañado de dos coadjutores. Sus trajes sagrados eran de luto como el hermosísimo manto bordado en oro de nuestra Señora de los Dolores.

Subiendo con el Paso a cuestas por la cuesta de la calle Curia
La Dolorosa es un Paso procesional cuyo patrono es el M.I. Ayuntamiento de Pamplona.
Asistieron al traslado algunos concejales, y faltaron otros así como
el señor alcalde de la que fue Muy Ilustre Ciudad.
Los gobernantes no están a la altura de lo que es toda una ciudad en
su tradición y devociones como la de Pamplona.
Los que no sientan sus colores se han convertido como en meros residentes.
Los pamploneses asistentes seguramente que rezaron para que Ella proteja a su ciudad. 
Decimos que esta procesión es un desagravio de hecho, porque el Deán de la catedral de Pamplona, Ilmo. Sr. don Carlos Ayerra Sola, en sus preciosas y reconfortantes palabras dirigidas con firmeza y elegancia a los fieles que abarrotaban la catedral, se refirió a las ofensas y ultrajes que Nuestra Señora ha recibido en nuestras calles. No nombró suceso alguno, pero teníamos en la cabeza y en el corazón la profanación realizada contra La Dolorosa llevada a cabo por un grupo de desalmados por las calles de Pamplona el día de carvaval, de lo que nos hemos hecho eco y protestado en este Blog. 

Entrando a la plaza Consistorial. Al fondo la parroquial de San Saturnino. 
Bonito, bonito manto llevas, Señora. 
Habrá extrañado al lector que esta secuencia fotográfica vaya para atrás.
El Paso de La Dolorosa a comienzos de la calle Mayor, junto al palacio del Condestable del Reino de Navarra.
La Señora, en su dolor, pasa delante de la casa  que muestra el escudo
 nobiliario del Reino de Navarra
perteneciente a los Alcatarena de Garayona, en la Calle Mayor nº 16. 
Este escudo de Armas es el emblema de la hidalguía colectiva 
de los naturales vecinos del Valle de Aézcoa (Martinena Ruiz, 1997).
Armarri hau Aezkoa ibarrean sortu eta 
bizirikoei dagokien elkar attunen semetzaren ikurra dugu.
Nuestros emblemas y escudos, pendones y banderas, 
nuestros pobres corazones que buscan misericordia, 
se cobijan todos ellos al amparo de la mirada fiel y cariñosa de la Madre. 

Esta imagen -cabeza y manos- la esculpió el artista Rosendo Nobas, que nació en Barcelona en el año 1838 y falleció en 1891. Fue discípulo de Valmitjana, autor del impresionante Cristo yacente del Paso de la procesión de Pamplona. Parece que de toda su obra, la cabeza de la Soledad sea su mejor trabajo. De su calidad deja constancia el arqueólogo francés Marcel Dieulafoy (Baleztena, 1987), crítico de arte de reconocido prestigio. 

Esta imagen no es la primera Dolorosa venerada por los pamploneses, pues en la parroquia de San Agustín existía, desde tiempo inmemorial, una imagen de La Dolorosa al pie de la Cruz, recogiendo con trágica expresión el cuerpo de Su divino Hijo. Las campanas tocan a muerto y el gesto de los que aman se repliegan, aturdidos, entorno a la Señora.  
Saliendo de la parroquia de San Lorenzo, al final de la calle Mayor
El el presbiterio de enrejado renacentista se encontraban
banderas de Hermandades y Cofradías y
algunos concejales del M.I. Ayuntamiento de Pamplona. 
Los pamploneses abarrotaron el templo catedralicio, gótico de tres naves. 
José Fermín Garralda
Pamplona, 12-marzo-2016

VV.AA., 1887-1987. Centenario Hermandad de la Pasión del Señor, Pamplona, CAN, 1987, 165 pp., pág. 51-56. El autor de este trabajo ha colaborado con el capítulo: "La vida religiosa del Ayuntamiento de Pamplona. Siglos XVIII y XIX", pág. 111-163. 

Imágenes: propiedad de J.F.G.2016
Vid. también elirrintzi.blogspot.com