Tras diez años de afanosa espera, y consumados los grandes y beneméritos esfuerzos realizados por parte de la administración del Gobierno Foral de Navarra, ayer, 23 de marzo, se inauguró el "Museo del Carlismo" en Estella. Permítasenos relatar en la Nota final la Historia de otros Museos anteriores.
Un nutrido público con invitación nominal -unas 100 personas según la prensa local-, se reunió en el precioso patio porticado del palacio del Gobernador de Estella, cerrado por una hermosa claraboya, a las doce de la mañana. El palacio es una magnífica obra del siglo XVII. El día, luminoso y discretamente soleado, remitió los fríos del recio invierno.
Conocí el edificio casi al comenzar las obras hace diez años, y conservo fotografías de entonces que el lector de esta breve crónica me puede solicitar. Era un día de abril del año 2001. Accedí a las obras con la Fundación cultural Luis Hernando de Larramendi. Si comparamos dichas imágenes con el actual edificio, observamos la enorme capacidad restauradora de nuestros días. En efecto, en su dilatada historia dicho edificio ha sido de todo -como suele decirse- y su restauración ha recuperado su imagen originaria. Sabemos que este edificio, ubicado en la hermosa calle de La Rúa, lo construyó don Juan de Echávarri y Larráin.
Hoy, finalizadas las obras, las austeras líneas maestras del palacio se reflejan en el curso tranquilo de las aguas del río Ega, que baña los cimientos del bello y sobrio edificio. Edificio éste, como otros embleáticos, digno de la ciudad monumental de Estella, una hermosísima ciudad regia, Corte de don Carlos VII de Borbón, que hoy día se presenta muy mejorada al turista si comparamos su actual aspecto con el que tenía en la etapa de la industrialización.
En su día, el Parlamento de Navarra acordó unánime realizar este museo. Después, el Gobierno de Navarra impulsó la restauración y el proyecto museístico, para lo que ha invertido más de 7 millones de euros.
Además de las autoridades políticas de Navarra, y de representantes de los Negociados del ámbito de la cultura del Gobierno de Navarra (Patrimonio, Biblioteca General, Archivo, Museo etc.), en la inauguración estuvieron presentes el Comité científico presidido por el dr. Fusi, el Consejo asesor del nuevo Museo, el Señor duque de Parma don Hugo Carlos con su hermana Mª Teresa y el hijo de aquel Carlos Javier, algunos miembros del partido EKA, dirigentes de la actual Comunión Tradicionalista Carlista (su presidenta Mª Cuervo-Arango, el secretario general y el presidente de Navarra), la Asociación cultural "Amigos del Carlismo", y la Fundación Luis Hernando de Larramendi, de tanto prestigio y buen hacer en el mundo académico y editorial sobre el Carlismo y la historia de España de los siglo XIX y XX.
Más extenso en sus consideraciones fue el presidente del Gobierno de Navarra el Excmo. Sr. Miguel Sanz. A continuación ofrezco al lector algunas de las Notas que tomé del mismo, bajo mi exclusiva responsabilidad. En su discurso valoró el Carlismo como un movimiento político (y de pensamiento), social (y sindical) de gran envergadura en la historia de España. Afirmó que todos hemos recibido mucho del Carlismo: lealtades, alegrías y sufrimientos, religiosidad y tradiciones etc. Es intención del Museo ser un centro vivo, abierto, y dinámico, que posibilite la investigación, y que profundice en lo que el Carlismo fue para España y paticularmente para Navarra. Esta intención, más los sentimientos favorables alrededor del Carlismo que se ha encontrado en muchos lugares de España, han guiado incesantemente los arduos trabajos por posibilitar este museo, ubicado en el centro neurálgico y sentimental del Carlismo que es la ciudad de Estella. Se trata de un museo exclusivo sobre el Carlismo, que habla del pasado y lo hace con las técnicas modernas del presente, es decir, de un museo modélico. ¿Los objetivos?: conocer el pasado, ayudar a vivir el presente y proyectarnos hacia el futuro con éxito. No en vano, hoy mismo se inauguraba la primera exposición temporal sobre algunos aspectos significativos del Carlismo.
Según la prensa ("Diario de Navarra", 24-III-2010, p. 68) y ante las preguntas formuladas por los periodistas, el duque de Parma destacó que el Museo "no es un cementerio del pasado, sino la cuna del porvenir". Iguales sentimientos encontré en mi charla con el secretario general de la Comunión Tradicionalista Carlista (Fco. Javier Garisoain), según el cual este museo es una iniciativa óptima que nada tiene que ver con la intención de algunos de "museizar" al Carlismo, pues él lo considera algo vivo y con futuro basado en los principios del Calismo de siempre. Así como el duque de Parma fue entrevistado por la prensa convencional, dicho secretario general lo fue por prensa digital, y sus aportaciones pueden verse en la Web de la C.T.C. de estas fechas.
EN EL LIBRO "Síntesis de historia del Carlismo en Navarra" -todavía inédito- hemos escrito lo siguiente:
"Los objetos entregados en depósito al “Museo de Recuerdos Históricos” de Pamplona -inaugurado en 1940- eran numerosos, pues ocupaban las cuatro plantas del Seminario de San Juan (que albergaban ocho salas, biblioteca y capilla) hasta que el Ayuntamiento declaró al edificio en semiruina a comienzos de 1960. Los depositarios de los fondos del Museo fueron desahuciados. Luego el Museo pudo trasladarse a la ciudadela, lo que no se hizo porque el Ayuntamiento de Pamplona incumplió el Decreto del 21-V-1964 (BOE nº 129, 29-V-1964). Ni el Ayuntamiento de Pamplona ni la Diputación de Navarra, se preocuparon de la sede y de los fondos de dicho Museo, cuidados con esmero por la familia Baleztena, que además cubría los gastos ocasionados sobre todo tras el desahucio. En 1975 la ilustre dama Dolores Baleztena seguía como depositaria de los fondos, que los custodiaba en su casona de Pamplona, y una bajera, dejando algunos a título testimonial de que era un Museo en el antiguo Seminario de San Juan. El Ayuntamiento retiró varios de estos últimos en 1975; y los otros que se retirarán, ¿dónde están? Tras una exposición celebrada en el Palacio de Valle-Santoro, en Sangüesa, del 19 de marzo al 5 de abril de 1976, y habiéndose depositado interinamente los objetos en casa de una tía de don Javier Mª Pascual, en 1977 estos fueron sustraídos por unos señores con una furgoneta bajo el pretexto de que aquello era patrimonio carlista, dejándolos en el desván del Círculo Carlista de Sangüesa. Hubo un juicio en los Tribunales, que fue muy mal llevado por la parte perdedora, y los tribunales dieron la razón a los seguidores de don Carlos Hugo ("Diario de Navarra", 28-VIII-1985). Desde luego, esto no justificaba de manera alguna lo ocurrido anteriormente. Después, los objetos de parte del que fue Museo de Recuerdos Históricos, se llevaron al Círculo de Tolosa (Guipúzcoa), regentado por el llamado Partido Carlista-EKA y situado en el bajo de la Calle San Francisco nº 1. El dolor de la margarita que fue doña Isabel Albacete de la Riva, que vivía en el quinto piso del nº 1 bis, era diario cuando pasaba diariamente enfrente de dicho museo, porque –me decía- estaba en manos de quienes no debían por haberse apartado de la doctrina y legitimidad del Carlismo de siempre". (J.F.G., 2013)